65ymás
Paco Plaza regresa al universo de Verónica con Hermana muerte, película disponible en Netflix, el servicio de streaming donde la cinta original se convirtió hace cinco años en un auténtico fenómeno mundial. Y lo hace con la historia de Narcisa, una joven novicia interpretada por Aria Bedmar que en los años posteriores a la Guerra Civil, empieza a trabajar de profesora en un antiguo convento, ahora colegio para niñas, tras cuyos muros se esconden trágicos y oscuros secretos.
"A mí me interesa muchísimo la posguerra, mucho más que la guerra, porque me parece que es más interesante hablar de las cicatrices que de las heridas cuando se abren", afirma Plaza en una entrevista concedida a Europa Press en la que subraya que Hermana muerte es una historia de terror que retoma los orígenes de monja ciega, inquietante y "robaplanos" que aparecía en Verónica para "hablar de cosas en el pasado que reverberan en el presente y nos afectan hoy en día".
En este sentido, el director asegura que "esos años tan cercanos al fin de la guerra", la trama central de la película se sitúa en 1949, son un marco "ideal" para entender "que la guerra sigue ocurriendo" y "reverbera hasta nuestros días". "A veces oímos hoy en día en el Congreso alusiones a la Guerra Civil, imagínate diez años después. Es como un pasado que sigue siendo presente. Y de alguna forma la película habla de eso, de hechos trágicos del pasado que siguen estando frente a nosotros", reflexiona.
Una idea esa, la del "pasado y presente entremezclados", amplificada por "esa especie de cápsula temporal que son los conventos", el lugar en el se desarrolla todo el filme rodado en el Monasterio de Sant Jeroni de Colaba (Valencia). "Son espacios donde el tiempo pasa diferente que en el mundo real. Un convento del siglo XIX se parecería mucho estéticamente al nuestro y si rodáramos una película contemporánea en 2023", apunta Plaza que tras Rec, Verónica y La abuela, en Hermana muerte vuelve a abordar una historia de terror desde la perspectiva de una protagonista femenina.
"Ha sido más encontrado que buscado. Es verdad que yo cuando jugaba Resident Evil siempre cogía el personaje de la chica. Y es verdad que las personas con las que tengo más afinidad, mi círculo íntimo de amistades, son el 90% mujeres", explica Plaza que en todo caso asegura que "no es algo intencional". "Me costaría mucho ponerme en el papel de un hombre. Pero no sé por qué, ni lo sabría analizar. Pero es verdad que me identifico mucho más con los personajes femeninos", apunta.
"Es impepinable que hay algo intangible"
"Creo que, como director, Paco tiene muchísima sensibilidad a lo que se asocia comúnmente a lo femenino. La sensibilidad de aquello que no se ve, con el subtexto, con la intención...", apostilla Aria Bedmar que asegura que, a la hora de abordar la existencia de fenómenos sobrenaturales como los que su personaje experimenta en la película, afirma que "es ciertamente impepinable que hay algo intangible" y que aquellos que lo niegan "a lo mejor necesitan pensar que ahí no hay nada porque eso es lo que les da seguridad".
"Cada persona, dependiendo de su mochila emocional, de su cultura o de las creencias que tenga, lo va a llamar de una manera. Lo puedes llamar fantasma, lo puedes llamar energía, lo puedes llamar aura... Lo puedes llamar lo como quieras, pero creo que es bastante impepinable que hay algo intangible en el mundo", sentencia Bedmar. "Nada que añadir. Lo suscribo totalmente", secunda Plaza.
Junto a Bedmar (El Silencio, Dime quien soy), completan el elenco principal de la cinta Maru Valdivielso (Verónica, Historias para no dormir), Luisa Merelas (Quien a hierro mata, Elisa y Marcela), Almudena Amor (El silencio, La abuela) y Chelo Vivares (30 monedas, Desaparecidos), junto a las debutantes Sara Roch, Olimpia Roch, Adriana Camarena, Martina Delgado y Claudia Fernandez Arroyo. Hermana muerte cuenta también con la colaboración especial de Consuelo Trujillo (Verónica, Adiós) y Sandra Escacena (Verónica).