Cerlesky Pérez
Viajes
10 pueblos abandonados de España que merecen una visita
Lugares llenos de historia y encanto

A lo largo de toda España hay pueblos que quedaron vacíos, pero no olvidados. Caminar por sus calles es como viajar en el tiempo, entre ruinas y recuerdos. Son lugares que guardan historias bajo cada piedra. Aquí te presentamos algunos de ellos:
Belchite Viejo (Zaragoza)
Escenario de una de las batallas más cruentas de la Guerra Civil (1937). Sus ruinas, intactas desde entonces, pueden visitarse en recorridos guiados que muestran calles, templos y huellas del conflicto.

Caudilla (Toledo)
Pueblo fantasma junto a la autovía A-5. Destaca el castillo medieval Rivadeneyra, visible desde la carretera, y su atmósfera melancólica que lo convierte en destino popular para fotógrafos y curiosos.

Granadilla (Cáceres)
Situada al norte de Cáceres y perteneciente al municipio de Zarza de Granadilla, fue en su día una relevante villa amurallada de origen feudal. A mediados del siglo XX fue desalojada al considerarse zona inundable por la construcción del embalse de Gabriel y Galán. Hoy está declarada Conjunto Histórico-Artístico y forma parte del programa nacional de recuperación y uso educativo de pueblos abandonados.

Ochate (Burgos)
Conocido por sus leyendas paranormales y su torre solitaria. Atrae a aficionados al misterio y al senderismo, con vistas espectaculares sobre el valle de Treviño.

Umbralejo (Guadalajara)
Pueblo de pizarra negra recuperado para actividades educativas. Está rodeado por bosques y senderos en la Sierra Norte, ideal para conocer la arquitectura tradicional serrana.

Escó (Zaragoza)
Deshabitado por el embalse de Yesa, conserva calles empedradas, casas en ruinas y su iglesia románica. Accesible desde el Camino de Santiago aragonés, es parada curiosa para senderistas.

Muro de Bellós (Huesca)
Ubicado en el Parque Nacional de Ordesa. Sus ruinas y su iglesia del siglo XVI se integran en un paisaje espectacular, punto de partida para rutas naturales poco transitadas.

Aldea da Barca (Galicia)
Abandonada por el embalse de Frieira, aún conserva restos de muros y molinos junto al río Miño. Es un lugar tranquilo con miradores naturales y ambiente de aldea sumergida.

Aldealcardo (Soria)
Pequeño pueblo medieval rodeado de campos y silencio. Su iglesia románica y las ruinas de antiguas casas hacen de él un rincón perfecto para los amantes de la historia rural.

La Mussara (Cataluña)
Rodeada por bosques y nieblas de la sierra de Prades, es famosa por su aire misterioso y sus vistas al Mediterráneo. Ideal para rutas de senderismo y amantes de lo enigmático.
