Cerlesky Pérez
Viajes
Los 8 pueblos más bonitos de España para visitar en otoño
Lugares con encanto para una escapada

El otoño es una de las mejores épocas para recorrer los pueblos más bonitos de España. Con temperatura agradable y paisajes que se tiñen de colores cálidos, esta estación invita a perderse por calles empedradas y disfrutar de la gastronomía local. Estos ocho destinos ofrecen historia, naturaleza y encanto a partes iguales para una escapada inolvidable:
Albarracín (Teruel)
Considerado uno de los pueblos más bellos de España. Su casco medieval, de casas rojizas y callejuelas empedradas, se adapta a la ladera de la sierra que lleva su nombre y conserva intacta su muralla. Entre los imprescindibles de la visita se encuentran la Plaza Mayor, la Catedral de San Salvador y los miradores que se asoman al río Guadalaviar, desde donde se obtienen las mejores vistas del conjunto histórico.

Arties (Lleida)
En pleno corazón del Valle de Arán y a más de mil metros de altitud, Arties es un ejemplo perfecto de la arquitectura aranesa, con casas de piedra, balcones de madera y tejados de pizarra que parecen salidos de un cuento. El pueblo conserva joyas románicas como la iglesia de Santa María y la de Sant Joan, mientras que su entorno natural invita a realizar rutas de senderismo.

Calatañazor (Soria)
Destaca por sus calles empedradas y las casas de entramado de madera que conservan el ambiente medieval del lugar. En la parte alta se encuentra el Castillo de Calatañazor, que completa un paisaje dominado por el valle del río Abión. Muy cerca, el Sabinar de Calatañazor, uno de los bosques de sabinas más antiguos de Europa, ofrece en otoño un espectáculo de tonos dorados, ideal para disfrutar de la naturaleza.

Lastres (Asturias)
Es una villa marinera situada en la costa oriental del Principado, encaramada sobre acantilados que dominan el mar Cantábrico. Su casco histórico, con calles empinadas y empedradas, conserva casas de color blanco y balcones de madera que descienden en terrazas hasta el puerto pesquero, reflejo de una larga tradición de pesca y ballenería. En otoño, el pueblo ofrece una tranquilidad especial para recorrer sus miradores, degustar marisco y pescado fresco o seguir las sendas costeras.

Pedraza (Segovia)
Es una villa medieval amurallada que mantiene intacto su trazado original. Entre sus rincones más destacados se encuentran la plaza porticada, las antiguas casonas nobiliarias y el Castillo de Pedraza. En otoño, los bosques de robles y encinas que la rodean se tiñen de amarillos y rojos, creando un paisaje perfecto para pasear y disfrutar de la gastronomía local, con especialidades como el cordero asado.

Cangas de Narcea (Asturias)
Situado en un amplio valle del suroeste asturiano, Cangas de Narcea es la puerta de entrada a la Reserva Natural Integral de Muniellos, el mayor robledal de España y uno de los mejor conservados de Europa. En otoño, este bosque se convierte en un festival de colores: amarillos, naranjas y rojos se mezclan con el verde profundo de los abetos.

Pujerra (Málaga)
En plena Serranía de Ronda, Pujerra es un auténtico pueblo blanco andaluz rodeado de bosques de castaños. Cada otoño, durante la recogida de la castaña, el valle se transforma en una explosión de tonos dorados y cobrizos. Pasear por sus callejuelas estrechas, admirar las vistas a los montes circundantes y degustar los productos locales convierten a Pujerra en un destino cálido y acogedor para estas fechas.

Buitrago de Lozoya (Madrid)
A orillas del río Lozoya y en plena Sierra de Guadarrama, Buitrago conserva la muralla mejor preservada de la Comunidad de Madrid. Entre los lugares que se pueden visitar destacan el Castillo de los Mendoza y la iglesia de Santa María del Castillo, dos joyas que conservan el carácter medieval del casco histórico. Su cercanía a la capital lo convierte en una escapada perfecta para disfrutar de la naturaleza sin alejarse demasiado de la ciudad.
