La desgracia de ser autónoma

Cotizando desde hace 32 años, la desgraciada –para algun@s– crisis económica de 2010/2012 dejó a mi microempresa en una situación complicada con algunas cuotas de autónomos pendientes, porque los ingresos no lo permitían.

Tras retomar la actividad con energía, ilusión y, sobre todo, esfuerzo, durante varios años hemos venido cancelando parte de esa deuda,​ hasta que la pandemia asomó en el horizonte y, otra vez, a los autónomos se nos da otro hachazo.

¿Ayudas? Con esa deuda pendiente, nada. ¿Impuestos? Como siempre, aplazamientos, sin más. ¿Qué hacer? ¿Abandonamos? No hay prestación por desempleo. ¿Nos jubilamos? Imposible.

Las asociaciones de autónomos no abordan esta laguna que marca la ley: las prioridades son otras, sobre todo políticas...  ¿Hasta cuándo así? ¿Alguien tiene la respuesta?

Carta a la directora de Maribel Díaz.

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