Frustración y desesperación, dos palabras que definen lo que sienten los propietarios de discotecas

El ocio nocturno ha sido uno de los más perjudicados desde que el Covid-19 llegó a España. Ellos han hecho todo lo posible por mantenerse en pie, pero muchos no lo han conseguido, llegando a quebrar y cerrar completamente su negocio.

La desesperación persiste ante este Fin de Año 2021-2022. Se pensaba que el sector del ocio nocturno iba a recuperar sus pérdidas, ya que la mayoría de establecimientos en una semana habían vendido todas las entradas.

De hecho, las restricciones también se han notado en el aumento de precio de las entradas. Debido al aforo y otras circunstancias, el precio medio de la primera remesa de entradas para este fin de año era de entre treinta y cincuenta euros. Una cuantía que igualmente los jóvenes han estado dispuestos a pagar.

¿Todo ello qué supondrá? Botellones y macrofiestas. Una situación que ya vivimos el año pasado. Está claro que los jóvenes tienen ganas de salir y cada vez más. Aunque la mayoría entiende la situación actual, hay muchos que harán todo lo posible por poder salir de fiesta.

Esperamos que este 2022 este sector pueda remontar, ya que conforma una gran parte de la economía de España.

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