Cartas a la directora

Jubilación anticipada sin penalizar: 'Alea iacta est'

Pedro Pablo Algárate

Viernes 10 de noviembre de 2023

5 minutos

Manifestación Pensionistas 28 de octubre. Foto: Pablo Recio
Pedro Pablo Algárate

Viernes 10 de noviembre de 2023

5 minutos

cintillo cartas a la directora

 

Después de la manifestación del día 28 de octubre, donde se alzaron las voces de los pensionistas con diversas reivindicaciones y cuyo objetivo final no es otro que se mantenga un sistema público de pensiones decente para que los pensionistas podamos vivir dignamente sin pasar calamidades el tiempo de vida que nos quede, constato, desde mi punto de vista, que la reivindicación de ASJUBI40, la eliminación de los coeficientes correctores perpetuos de penalización, está en la única vía posible, la judicialización fuera de España, en Europa.

Es una obviedad decir que el sistema público de pensiones es, junto a otros, uno de los pilares fundamentales de una sociedad solidaria moderna y que nos concierne a todos. Durante estas tres ultimas décadas, los criterios y requisitos para conseguir los derechos de pensión han estado en permanente alteración y transformación, dando la sensación que nuestros políticos han actuado en materia de pensiones sobre la marcha, con medidas oportunistas y/o provisionales en función de cómo evolucionaba la economía, la demografía y las exigencias que venían de Europa. El objetivo en estos años ha sido el controlar y minimizar el gasto sin acometer una reforma que garantice la viabilidad del sistema público de pensiones, la dignidad de las mismas y de gran calado y consensuada, para que dure por lo menos un par de generaciones. 

En este entorno esta situada nuestra causa, la de ASJUBI40, que a mi entender ha sido sacrificada para justificar y compensar las exigencias de ajustes por Europa en materia de pensiones. La renuncia a resolver nuestra reivindicación se ha ofrecido como gesto de disciplina presupuestaria o moneda de cambio para entre otros poder recibir los 30.000 millones de los fondos europeos este año. 

Nuestros políticos inicialmente empatizaron (o así lo creímos) con nuestra reivindicación, tanto en los parlamentos autonómicos como durante los pactos de Toledo, pero pronto se dieron cuenta (si es que no lo sabían) que tenían que ofrecer sacrificios a Europa y ahí es donde aparecemos nosotros. Después, en 2023 vendría una subida necesaria y generalizada de las pensiones que sobre todo aliviaba a los pensionistas con menos recursos y oportuna porque allanaba el camino a la aprobación de la reforma de pensiones en ese mismo año, que entre otras cosas promueve incrementar el importe de la pensión si se trabaja más allá de la edad de jubilación requerida y retuerce la jubilación anticipada hasta el punto de mantener los coeficientes correctores perpetuos aunque tengas 44,5 años cotizados, con un 6% anual de pérdida. 

A mi entender esta reforma del 2023 cierra definitivamente y de portazo nuestra aspiración a la supresión de los coeficientes reductores por la vía del reconocimiento que 40 años cotizados deben ser suficientes para el cobro del 100% de la pensión. La reforma los considera irrelevantes si no se cumple la edad prevista de jubilación y nos deja igual en ese aspecto. Nos convierte en chivos expiatorios y moneda de cambio ante Europa. 

El coste de nuestra reivindicación está perfectamente calculado por nuestros gestores/políticos. Lo conocen perfectamente desde hace mucho tiempo. El presupuesto para pensiones en este año ha sido de aproximadamente 190.000 millones (el 41% del PE) y considero (muy burdamente para poder dar una idea de magnitud ) que nuestra exigencia, la eliminación de los coeficientes para unos 800.000 pensionistas supondría unos 1.500 a 2.500 millones anuales, lo que está en el entorno medio del 1% de ese presupuesto, es decir el 0,4% del total del Estado. 

Parecía que el país estaba al límite de su capacidad presupuestaria y estas eran alguna de las razones por la no se podía atender nuestra reivindicación, pero ciertamente no es así o mejor dicho no lo parece. Llevamos semanas viendo, donde a cuento de la magia de la investidura de nuestro sistema democrático, se hace posible tratar lo imposible, se negocian asuntos impensables y se manejan propuestas con gran repercusión económica. En definitiva, todo es posible. Solo es cuestión de voluntades. 

Ante esta situación y para muchos este despropósito solo nos ha quedado la vía judicial en la que estamos. A pesar de su complejidad muchos confiamos en que la justicia europea nos ampare por la desigualdad, discriminación y arbitrariedad que sufrimos con respecto otros pensionistas incluidos en las excepciones de la reforma y/o en otros regímenes. Es cuestión de dignidad. Solo tenemos que seguir esperando y confiando que la Justicia nos de la razón. Así lo creemos muchos y animo a los asociados en ASJUBI40 a que no decaigan y confíen. Aplaudo al equipo que ha trabajado y trabaja en continuar insistiendo en esta acción reivindicativa . Solo espero que ellos no cambien de opinión.  Negociar con la Administración es muy difícil. Es muy frustrante creer que lo tienes favorable, al alcance de la mano y todo se desvanezca en la punta de los dedos. Estamos en el único camino posible, pero tenemos que tener capacidad de aguante para esperar un par de años más. ¡Lo conseguiremos! 

¡Amo, Si desde el alba he estado segando y he echado más horas en la siega del dia que otros, que el trigo que me das por la noche para llevarme a mi casa no sea menos que el de los demás!


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Pedro Pablo Algárate