Martes 28 de diciembre de 2021
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El pasado miércoles, el Senado también aprobó la reforma de pensiones. El jueves, la Mesa de diálogo acordó la reforma laboral. Mañana la aprobará el Gobierno. A pesar de las denuncias y de la movilización continuada de los pensionistas, este indigno “amén” de los sindicatos de la Mesa y de casi todo el progresismo político, apoya el deterioro de las pensiones públicas y de las condiciones económicas y laborales de los trabajadores, coaccionados por el mayor desempleo de la UE.
Desde 2018 pedimos garantizar el sistema público de pensiones frente a la falta de aportaciones desde el Presupuesto y contra el saqueo mediante gastos impropios. A los responsables públicos (Pacto de Toledo, Ministerio, Gobierno, Congreso, Senado y Mesa de diálogo social) les reclamamos una gestión honesta, que respete los derechos sociales y contributivos de los pensionistas y una gestión eficaz, que garantice económicamente unas pensiones dignas, justas, suficientes.
Acabado el teatro del diálogo social con pellizcos de monja y desayunos televisados para acordar la derogación de no se sabe qué, este “amén” a las reformas, es un “sí” a los recortes de las pensiones y a la falta de planes evaluables para crear empleo, adecentar salarios, recuperar todos los derechos laborales y elevar con equidad los ingresos fiscales, única solución para mantener el estado del bienestar en lo referente a pensiones.
Después de cuatro años de lucha, a pesar de la propaganda, todos los recortes se mantienen, disimulados o agravados. Esto desvela la falsedad o la inoperancia de algunos que los utilizaron solo para medrar políticamente: retraso de la edad de jubilación, mayor periodo de cálculo, más años para lograr la pensión íntegra, cálculo a la baja de la base reguladora, incrementos inferiores a la carestía de la vida, aumento de las cotizaciones, recorte del derecho a la jubilación, desigualdad entre hombres y mujeres, copago sanitario o pobreza energética.
Frente a la nueva reforma de pensiones (que afianza y agrava los recortes) y frente a la nueva reforma laboral (sin compromiso de recuperar empleo, salarios, cotizaciones y futuras pensiones), os volvemos a animar a defender lo que muchos de nosotros ayudamos a lograr con tesón, voluntad y compromiso personal, desconfiando ahora de quienes han huido desde los centros de trabajo, las calles y las plazas a los despachos desde donde creemos, anteponen sus intereses de casta sindical y política.