

Del aprobado raspado a la Matrícula de Honor
José Antonio HerceFoto: BigStock
Lunes 9 de junio de 2025
4 minutos

Foto: BigStock
Lunes 9 de junio de 2025
4 minutos
El Gobierno pide otro informe a la AIReF sobre las pensiones ante las presiones de Bruselas
El Gobierno, por exigencia de Bruselas y tras las quejas de la AIReF, rectifica el método de cálculo de los indicadores de sostenibilidad del sistema de pensiones que impuso a esta última y le pide una nueva evaluación del sistema dos meses después. Cuando menos, esto es chusco de toda chusquedad.
Los antecedentes están claros. El excomisario europeo Paolo Gentiloni fue excesivamente tolerante con el Gobierno y descuidó por completo, supongo que por afinidad ideológica, el rigor que ahora muestra la Comisión. Por su parte, la AIReF trufó cada página de su informe de marzo pasado de advertencias y cautelas sobre el corsé que el Gobierno le había puesto para el cálculo de la sostenibilidad y le dio al Ejecutivo un aprobado por los pelos para, semanas más tarde, hablar abiertamente de la inutilidad de estimar la sostenibilidad futura de las pensiones con las pautas impuestas por el Gobierno.
La Comisión de la UE exige ahora que se revierta el criterio de incluir las transferencias a la Seguridad Social entre los ingresos del sistema de pensiones. No es que el Gobierno acepte la sugerencia de la UE y de la AIReF, sino que viene obligado por la primera a hacer esta revisión. Cuidado con los cantos de la sirena.
La razón es que a Bruselas le da igual lo que hacemos con nuestras pensiones. Como si vendemos los Parques Nacionales para pagarlas. Lo que Bruselas no quiere ver ni en pintura es déficit y menos aún deuda.
El Gobierno lanzó a los cuatro vientos, en declaraciones públicas de los responsables del sistema de pensiones, después del informe de marzo de la AIReF, que nuestro sistema había pasado el examen con sobresaliente (literal), lo que es increíble, porque todo el mundo sabe que fue un aprobado raspado. Lo ha dicho a sabiendas de que las cuatro décimas que nos sobraron y las docenas de cautelas y avisos del propio informe de la autoridad independiente son vox populi y, por lo tanto, materialmente incoherentes con la reivindicación de excelencia del Ejecutivo. O más bien al revés; esta excelencia pretendida es incoherente con la contundencia del aprobado raspado y los avisos de la AIReF.
Pues, ahora, inmune al bochorno que nos estamos corriendo el resto de los españoles por el rebufo de Bruselas, el Gobierno vuelve a incidir en su delirio de optimismo que esta no es una nueva evaluación, sino que la hace, poco menos que motu proprio, para incorporar los nuevos datos que (supone) van a darnos una puntuación por encima del sobresaliente. Del aprobado raspado a la Matrícula de Honor.
Nos toman por simples, pero no cuela. Se insinúa que apenas a un ejercicio de distancia estaremos en el paraíso. No es creíble. Además, para eso está la revisión trianual prevista y solamente bastaría con hacerla bien, como la AIReF sabe hacerlo, si no la obligan a hacerlo mal.
Lo cierto es que ya se ha revertido por Real Decreto el método de cálculo, para tener en cuenta la exigencia de Bruselas, y que la AIReF realizará una revisión de su informe, sin el corsé que le impuso el Gobierno en el ejercicio de marzo.
En fin, menos mal que nos quedan la AIReF y Bruselas, porque el Banco de España, de momento, ya se ha caído de la lista.