Ramón Sánchez-Ocaña
Opinión

Para charlar mientras tomamos café

Ramón Sánchez-Ocaña

Martes 19 de noviembre de 2019

2 minutos

Café

Martes 19 de noviembre de 2019

2 minutos

Habrá quien, acostumbrado, dice que le gusta el sabor del café. Sin embargo ese amargor acaba siendo satisfactorio no por el gusto en si, sino por el aroma y por la cafeína. Por cierto que al margen del café hay más de 60 plantas que contienen cafeína. Y aunque parezca mentira es la misma sustancia que contiene el te, aunque en principio, la del te se llamo teína. Es excitante pese a que todos conocemos a gente que toma café antes de acostarse y duerme como un bendito. Es que esta acostumbrado. Pero en si es un estimulante, aunque sus efectos dependen del hábito y de la sensibilidad de cada uno. Prueba de ello es que no se aconseja cuando se están tomando antidepresivos o barbitúricos.

Una de las cuestiones más debatidas es si crea dependencia o no. Parece ser que sí, aunque los síntomas de abstinencia son menores. Si alguien habituado se ve privado de café sentirá al cabo de unas horas cierto cansancio, apatía, desgana y somnolencia. A la semana, esos síntomas desaparecen.

En lo que no hay ningún acuerdo es en por qué habitualmente se toma después de comer. No hay razón que apoye que es bueno para la digestión, aunque puede beneficiar que sea una bebida caliente.

¿Es una droga? Pues aunque no nos lo creamos, la cafeína retrasa la sensación de cansancio en pruebas de resistencia. Y en los test antidoping del Comité Olímpico Internacional se comprueba la cantidad de cafeína: la dosis máxima autorizada es la correspondiente a ocho tazas de café...

En cuanto a los efectos sobre el cerebro, debe decirse que el café no estimula ni la memoria ni la capacidad intelectual. Pero al disminuir la fatiga, se tiene la sensación de rendir más. Pero si uno se excede -a partir de 6 tazas diarias- los efectos se invierten y el rendimiento decae.

Las embarazadas deben limitarlo. Tomar demasiado café puede afectar el crecimiento del feto. Y desde luego, una vez nacido el niño si la madre le da de mamar, no debe tomar café ya que puede pasar al niño a través de la leche y producirle una ansiedad y una excitación que no le conviene...

Sobre el autor:

Ramón Sánchez-Ocaña

Ramón Sánchez-Ocaña

Ramón Sánchez-Ocaña (Oviedo, 1942) es miembro del Comité Editorial de 65Ymás. Estudió Filosofía y Letras y es licenciado en Ciencias de la Información. Fue jefe de las páginas de Sociedad y Cultura de El País, y profesor del máster de Periodismo que este periódico organiza con la Universidad Autónoma de Madrid. 

En 1971 ingresa en TVE. En una primera etapa se integra en los servicios informativos y presenta el programa 24 horas (1971-1972). Entre 1972 y 1975 continúa en informativos, presentando el Telediario. No obstante, su trayectoria periodística se inclina pronto hacia los espacios de divulgación científica y médica, primero en Horizontes (1977-1979)​ y desde 1979 en el famoso Más vale prevenir, el cual se mantiene ocho años en antena con una enorme aceptación del público.

Tras presentar en la cadena pública otros dos programas divulgativos, Diccionario de la Salud e Hijos del frío, fue fichado por Telecinco para colaborar primero en el espacio Las mañanas de Telecinco y posteriormente en Informativos Telecinco.

Es colaborador habitual de radio, periódicos y revistas, y autor de una veintena de libros, entre los que destacan Alimentación y nutrición, Francisco Grande Covián: la nutrición a su alcance, El cuerpo de tú a tú: guía del cuerpo humano, Guía de la alimentación y Enciclopedia de la nutrición

En 2019 entró en el Comité Editorial del diario digital 65Ymás, en el que colabora actualmente.

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