Ramón Sánchez-Ocaña
Opinión

Vigila tu postura: todo lo que hacemos mal

Ramón Sánchez-Ocaña

Viernes 11 de diciembre de 2020

4 minutos

Diferencias entre dolor renal y dolor de espalda

Viernes 11 de diciembre de 2020

4 minutos

Pildoras

 

El 80% de la población va a padecer algún dolor de espalda o de cuello a lo largo de su vida. Los niños son los únicos que se libran de este tipo de dolor. Y salvo casos de enfermedades serias, la causa hay que buscarla en una deficiente higiene postural.

Se produce en todas las edades y sobre todo en mujeres y trabajadores manuales. Es de muy diferente intensidad y cada uno lo padece de manera distinta. Es, sin duda, el dolor más frecuente, que no respeta ni sexo ni profesión, y lo padecen secretarias, mineros, amas de casa y presidentes de consejo de administración. 

Causas

Puede doler porque sus estructuras óseas, musculares, articulares y nerviosas son sensibles al dolor y además porque puede haber muchos frentes contra ella. De todos modos, el 80% de las dolencias están causada por atrofia muscular. O dicho de otra forma, porque tenemos olvidados los músculos que intervienen en el soporte y en la movilidad de la columna vertebral.

Las causas más frecuentes son las lesiones discales. Es decir, que hay un disco intervertebral que está un poco fuera de sitio y toca algún nervio. Después, los traumatismos y las lesiones derivadas de los accidentes de tráfico. Y después ya otras muchas y muy diversas.

La mala postura

Es importante recordar que la columna tiene una disposición, unas curvas fisiológicas. Y toda postura contraria que altere esa disposición, aunque sea momentánea, puede incidir en el dolor. Son posturas que después nos van a pasar factura. Por ejemplo, para levantar algo del suelo, un peso cualquiera, todos flexionaríamos la espalda. Eso es incorrecto. La espalda no es una grúa. Son las piernas las que deben soportar el peso, no la columna. Levantar un peso inclinándonos un poco para recogerlo es forzar la situación. Un peso de 20 kilos, cogido mal, hace una carga de 340. Si se realiza correctamente, es decir, flexionando las rodillas, el peso que se carga en la columna es apenas de 200.

No nos sentamos bien

Los respaldos de los asientos no son un adorno. Deben cumplir la función de mantener las curvas de la columna en su posición correcta. Debe ayudar a que el cuerpo esté recto. Y si no, poner un cojín, o un suplemento adecuado a la espalda. Entre la espalda y el respaldo no debe haber  hueco.

Atención, ama de casa

El ama de casa debe estar vigilante a las posturas que adopta. Por ejemplo, al hacer la cama, casi todas se inclinan. Deben flexionar las rodillas, no doblar la espalda. Y procurar que todo esté a la altura conveniente. Las tablas de planchar suelen estar más bajas de lo debido, forzando a una inclinación de la espalda. Y deben tener algo para apoyar un pie a una altura diferente. ¿Y no es absurdo estar inclinada simplemente porque el mango de la escoba o de la fregona es demasiado corto? Los lavabos y fregaderos están por norma general a unos 78 centímetros de altura. Y deberían estar por lo menos a 94 con el fin de no forzar las posturas.

La mesa de trabajo

Las mesas de trabajo suelen comprarse por estética o por precio, pero casi nunca por higiene postural. Debe disponer de un asiento con respaldo de modo que la mitad de la espalda tenga apoyo. Los pies deben estar en el suelo y la mesa a la altura de los codos.

Recordar que la obesidad es siempre una sobrecarga mecánica. Y que una buena musculatura en el tronco es la mejor fórmula para conseguir una columna bien estabilizada.

Lo que nos duele

Según una encuesta que realizó la OCU, el 33% de los españoles afirma que sufre dolor crónico diagnosticado por un médico. Y achacan sus dolores a los problemas de espalda (16%); músculos y huesos (16%); lumbares (13%); cabeza (12%); cuello (7%); problemas digestivos (5%); y dolores ginecológicos (4%).

Por otro lado, siete de cada diez encuestados ha seguido un tratamiento durante el último año para mitigar el dolor, siendo las mujeres más activas en este sentido. Las razones para no iniciar un tratamiento son variadas, especialmente porque consideran que el dolor es soportable.

Sobre el autor:

Ramón Sánchez-Ocaña

Ramón Sánchez-Ocaña

Ramón Sánchez-Ocaña (Oviedo, 1942) es miembro del Comité Editorial de 65Ymás. Estudió Filosofía y Letras y es licenciado en Ciencias de la Información. Fue jefe de las páginas de Sociedad y Cultura de El País, y profesor del máster de Periodismo que este periódico organiza con la Universidad Autónoma de Madrid. 

En 1971 ingresa en TVE. En una primera etapa se integra en los servicios informativos y presenta el programa 24 horas (1971-1972). Entre 1972 y 1975 continúa en informativos, presentando el Telediario. No obstante, su trayectoria periodística se inclina pronto hacia los espacios de divulgación científica y médica, primero en Horizontes (1977-1979)​ y desde 1979 en el famoso Más vale prevenir, el cual se mantiene ocho años en antena con una enorme aceptación del público.

Tras presentar en la cadena pública otros dos programas divulgativos, Diccionario de la Salud e Hijos del frío, fue fichado por Telecinco para colaborar primero en el espacio Las mañanas de Telecinco y posteriormente en Informativos Telecinco.

Es colaborador habitual de radio, periódicos y revistas, y autor de una veintena de libros, entre los que destacan Alimentación y nutrición, Francisco Grande Covián: la nutrición a su alcance, El cuerpo de tú a tú: guía del cuerpo humano, Guía de la alimentación y Enciclopedia de la nutrición

En 2019 entró en el Comité Editorial del diario digital 65Ymás, en el que colabora actualmente.

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