Consejos para la conducción nocturna en personas mayores
Por la noche hay que conducir de otro modo y estar más pendiente de la vista y otras señales
La conducción nocturna cambia totalmente con respecto a la diurna. Sí es cierto que por la noche hay menos tráfico, pero la luz influye en la visión y de esta depende en gran medida el manejo de un vehículo. Un estudio realizado por Race (@RACE_es) y la Fundación Alain Afflelou (@AFFLELOU_OPTICO) asegura que el 32% de las personas con problemas de visión tienen problemas a la hora de conducir por la noche al poseer una mayor sensibilidad al deslumbramiento y la visión borrosa. Así, las personas mayores con trastornos visuales y en general deben tener en cuenta una serie de recomendaciones.
Vigilar la vista y las luces
La vista debe estar en perfecta condiciones si queremos conducir y aún más si lo vamos a hacer de noche, por eso es recomendable que si la notamos cansada o presentamos algún otro problema acudamos al especialista. De hecho, al ocultarse el sol ocurren más accidentes porque al cambiar las condiciones de luz externa hay un mayor riesgo de atropello tanto a personas como a animales, de no ver bien las señales de tráfico o de colisionar con otro vehículo averiado.
Para evitar problemas de reflejos el coche debe estar preparado de una forma determinada. Por ejemplo, la luz interior debe estar apagada y los espejos interiores han de estar bien colocados para evitar el deslumbramiento de otros coches.
Hay que usar la luz de cruce y carretera de forma adecuada para no perjudicar a otros vehículos, y encender el alumbrado al menos una hora antes de la puesta de sol, aparte de revisarlo con frecuencia. Siempre, pero aún más de noche, al conducir hay que ser respetuosos con la distancia de seguridad y con la velocidad de la vía por la que vamos.
Descansos obligatorios
Si es un viaje largo, por la noche es mejor que nos paremos con un poco más de frecuencia. Los expertos recomiendan realizar descansos cada hora u hora y media.
Los cristales del vehículo deben estar bien limpios, tanto el parabrisas como la luna trasera, sobre todo por la noche, para evitar reflejos que nos despisten.
Ante cualquier síntoma ocular como lagrimeo, visión borrosa, picor o por otra parte somnolencia, debemos detenernos y descansar hasta que veamos que estamos en condiciones de retomar la conducción.
Durante la noche hemos de agudizar los sentidos, mirar más por los espejos, comprobar que el coche esté ventilado y hasta podemos ponernos música para mantenernos despejados, pero a un volumen que no nos distraiga.
