Fernando Romay (@fernandoromay1), jugador de baloncesto, deportista de élite, presentador, conferenciante y presidente del Comité de Expertos de Turismo, Cultura y Deporte de 65YMÁS, es también la imagen de la campaña 'El Valor Sénior’ que han lanzado 65YMÁS y la Cámara de Comercio de España.
Durante su turno de intervención, Romay impartió una charla motivacional donde recordó sus comienzos en el Real de Madrid de Juveniles, la importancia de estar rodeado de un buen equipo y de saber qué es lo podemos aportar nosotros mismos al resto.
"Yo venía con una idea de contaros una serie de cosas, pero al llegar aquí una persona que está entre todos vosotros me ha dicho: 'vengo a que me motives', y entonces ya se acabó todo lo que tenía que decir y todo lo que tenía preparado. Simplemente, voy a hablar para esa persona, sin dirigirme directamente a ella, que es un poco lo que hacíamos cuando dábamos las charlas de 65 y más, ahora más +45", comenzaba diciendo Romay.
"Se trata de dar una voz de aliento, una voz de motivación para que cada uno sepa lo que tiene que hacer. Y para eso me voy a remontar un poco. Yo toda vida la comparo con el baloncesto. Mi vida es deporte, es baloncesto, y eso me ha ayudado en muchas facetas de mi vida".
"Para eso me remonto un poco a mis comienzos, cuando vine aquí a Madrid a hacer la prueba para entrar en el Real Madrid de Juveniles. Hice probablemente la peor prueba que haya hecho nunca porque no había jugado un partido en mi vida, solo tenía algo que el Madrid necesitaba, o que el baloncesto necesitaba, y yo no sabía que tenía, que era altura, ni más ni menos".
"Y muchas veces pasa eso en nuestra vida: que nosotros tenemos algo que los demás necesitan, pero no sabemos que lo tenemos. Y es eso lo que debemos ofrecer".
"Entonces yo cuando llegué al Madrid hice la prueba, horrible, no metí ni una canasta, todos me pasaban por todos lados, me movía menos que la mandíbula de arriba... Pero el entrenador me dijo una frase que marcó mi vida, y es que 'te vas a quedar en el Real Madrid de Juveniles por un solo motivo: porque yo creo en ti'. Y a partir de eso me marcó tanto que desde entonces procuro que la gente crea en mí".
"Creo que uno de los motivos que tiene que mover este mundo es la creencia de los unos en los otros. Olvidarnos de los paradigmas, olvidarnos de si eres alto, lento, de todas esas cosas, y simplemente esforzarnos para que la gente crea en nosotros. Cuando llegamos a estas circunstancias en la que nuestra vida se nos rompe, porque la mía también se rompió, unas veces bruscamente, otras lo veía venir, pero se truncó. ¿Sabéis que es que con 35 años te digan que ya no estás capacitado para hacer lo que has hecho toda tu vida? Eso no es 45, es +35. Has estado toda tu vida jugando a baloncesto, y a partir de ahora te digo que no vales".
"¿Cómo que no valgo? Claro que valgo, claro que puedo aportar otras muchas cosas, pero ya no vales. Y efectivamente ya no valía y lo tuve que dejar y me tuve que reinventar de la forma más bestial que puede llegar a ser. Se acabó mi sistema de vida, se acabó mi forma de ver, se acabó mi programación del año, se acabó mi programación del día y tenía que empezar a hacer y a buscarme. Para eso recurrí a la gente que tenía alrededor, a la gente que me podía ofrecer cosas. ¿Y eso qué es? Ni más ni menos que un entrenador".
"Los de baloncesto sabemos lo que es un entrenador, porque no teníamos un mister, teníamos un coach, y el hecho de tener un coach siempre en nuestra vida es importante. Y para eso, ¿qué era lo que necesitaba también? Intentar ver como hice cuando hice la prueba con el Real Madrid, qué puedo ofrecer para que la gente crea en mí. Y para eso necesitamos un grado de conocimiento personal importante. ¿Sabemos cómo somos? O lo hacemos en plan encuesta".
"¿Verdaderamente sabemos lo que somos? ¿Sabemos lo que podemos aportar? ¿Sabemos qué decirle a alguien para que crea en ti? No, muchos no. Creemos que tenemos, decimos lo que creemos que puedan querer de nosotros, pero verdaderamente no nos conocemos bien, y sobre todo, hay un mal importante que es que nos queremos poco. Y para querernos tenemos que conocernos".
"Si queremos al prójimo como a nosotros mismos, qué poco queremos al prójimo. Tenemos que empezar a conocernos y a querernos y a saber qué podemos ofrecer a los demás, qué podemos hacer para que crean en nosotros. Yo creo que a partir de ahí empezaremos a intentar formar un equipo. Nosotros nos creemos que para formar un equipo tenemos que parecernos al ideal, y no. Nosotros para formar un equipo lo que tenemos que saber qué nos diferencia del ideal para ver qué podemos aportar. Y ser esa pieza clave que hace absolutamente necesario el equipo".
"Seguramente cada uno de nosotros tengamos algo que pueda ofrecer y que pueda hacer más grande al equipo. En mi caso, en el baloncesto estaba claro, era la altura, no había nadie tan alto como yo, con lo cual por eso era absolutamente necesario. Pero muchas veces, incluso siendo tan obvio, yo no sabía que era tan absolutamente necesario y me lo tuvieron que hacer ver compañeros míos".
"Me hicieron ver lo absolutamente necesario que era, y me hicieron ver que tenía que trabajar para ello. Y una vez que sabía que me requerían y que tenía que trabajar, ponerme a funcionar, ver cómo podía poner esa diferencia, ser esa pieza que hacía que el equipo fuese genial. Y para eso que había que tener mucha formación, mucho trabajo para poner esa diferencia al servicio de los demás".
"Y sobre todo, mucha creencia en el equipo en que estaba representado. Era fácil, yo había fichado por el Real Madrid. Verdaderamente, tener ese afán de perpetuar en el equipo, de querer ser parte del equipo, el creer que estamos en un equipo ganador y el querer ser parte de ese equipo. Por eso yo creo mucho en el equipo, y hay más equipos que el equipo humano que nos puedan ayudar".
"Somos grandísimos jugadores por mucho que tengamos más de 45 años. Tenemos mucho que aportar y muchas ligas que ganar. Podemos hacer ganar al equipo junto con las otras diferencias que pueden ser los más jóvenes. Nosotros tenemos templanza y muchas más muchos más conocimientos de otras cosas. Vamos a olvidarnos de los 'viejunos' no valen para nada y de los jóvenes son impetuosos y solo tienen ímpetu. Vamos a quitar esos paradigmas y vamos a vernos como compañeros. Vamos a ver las posibilidades que podemos tener. Y eso yo creo que es importantísimo. Hacer equipos intergeneracionales, hacer equipos con diferencias es lo que enriquece el equipo".
"Y es por esto por lo que creo que este programa es absolutamente necesario. Lo que sí pido es a todo el que crea que es necesario una ayuda, se acerque a un equipo. Primero piense en conocerse, que sepa cómo es. Segundo, aporte esas diferencias, esos conocimientos a toda la a la sociedad a la que va a entrar, y tercero, ayúdese de otros equipo para poder llegar ahí. Y simplemente eso. Nos veremos en las Cámaras de Comercio", finalizaba Romay.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.