¿Existe un mayor riesgo de ictus por ser vegano o vegetariano?

No son pocas las veces que en los últimos meses hemos oído casos de ictus en personas conocidas. A continuación os hablamos de nuevo de este accidente cerebrovascular, pero en este caso relacionado con la alimentación. Así, según un estudio realizado en la Universidad de Oxford (@UniofOxford), todas aquellas personas que siguen una dieta vegetariana y vegana tienen un mayor riesgo de sufrir un ictus que las que comen carne como parte de su menú semanal.

Algo que se explica, según estos investigadores, por los reducidos niveles de colesterol en sangre o por la baja ingesta de ciertas vitaminas (como es el caso de la B12) que se vincula con un debilitamiento de las paredes de los vasos sanguíneos que riegan el cerebro. Ese mismo estudio apunta, además, que vegetarianos y veganos tendrán, por el contrario, menos enfermedades coronarias a lo largo de su vida. 

Sin embargo, por el momento, se trata de un estudio inicial experimental y no se puede extrapolar a toda la comunidad de personas que deciden cambiar sus patrones de alimentación por cuestiones de salud o mentalidad. "Se necesitan estudios adicionales en otras cohortes a gran escala con una alta proporción de personas que no comen carne para confirmar la generalización de estos resultados y evaluar su relevancia para la práctica clínica y la salud pública", afirman sus responsables pese a que recuerdan que se trata de un primer resultado a tener en cuenta. 

Alimentos que protegen nuestro cerebro

Elecciones de alimentación aparte, lo cierto es que en nuestra cesta de la compra no pueden faltar alimentos que protegen nuestro cerebro. Alimentos que, según confirman desde el Servicio de Neurorehabilitación de Hospitales Vithas Nisa (@vithas), pueden reducir hasta en un 40% el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular de este tipo. Así pues y según estos especialistas médicos, lo mejor en estos casos es que en nuestro plato no falten:

• Hortalizas que nos sirven tanto para prevenir situaciones de ictus como para la recuperación posterior si se ha producido.   
• Los ácidos grasos omega 3 que hay en el pescado azul o en el aguacate también son saludables en este sentido para proteger nuestro cerebro. 
• La avena es una buena compañera a la hora de reducir el nivel de azúcar en sangre, así como las situaciones de estrés.
• Las frutas en general, pero especialmente los plátanos, cuyo aporte de potasio (como ocurre con las colas de Bruselas) ayuda a reducir la presión arterial y que las paredes arteriales mantengan su elasticidad para que puedan cumplir sin problemas con su función. También resultan muy recomendables las que tienen una gran cantidad de agua como el melón o la sandía que, además, son bajas en sodio.