Sociedad

Frank Caprio, el juez compasivo de 84 años que arrasa en Internet

Marta Vicente

Martes 25 de mayo de 2021

4 minutos

El magistrado protagoniza un programa de televisión que emite todos sus juicios

Frank Caprio, el juez compasivo de 84 años que arrasa en Internet
Marta Vicente

Martes 25 de mayo de 2021

4 minutos

Frank Caprio es un juez estadounidense de 84 años que vive en la ciudad de Province, en Rhode Island (Estados Unidos). Sin embargo, este octogenario no es un juez común y corriente: se ha convertido en una estrella en Internet gracias a sus sentencias bondadosas y divertidas, en las que demuestra que, en los procesos judiciales, existe la empatía, la humanidad y la compasión. 

Caprio saltó a la fama en 2017, momento en que varios de sus juicios emitidos en el programa de televisión Caught in Providence se hicieron virales en redes sociales y llegaron a tener hasta 17 millones de reproducciones. Eso sí, sus casos son relacionados con infracciones de tráfico y delitos menores, lo cual le permite pasar por alto ciertas cosas. Todos los juicios del programa son reales y los presentes deben autorizar su grabación.

Uno de los más famosos es el caso de Victor Cornella, un hombre de 96 años acusado de exceder el límite de velocidad en una zona escolar. 

En el vídeo, el nonagenario afirma que siempre conduce despacio, excepto cuando se ve obligado a hacerlo: "llevaba a mi hijo a hacerse un análisis de sangre". Después, cuenta que su hijo de 63 años debe acudir cada dos semanas al hospital porque padece cáncerLa devoción de este padre emocionó al magistrado: "Eres un buen hombre. Aquí estás, con 90 años y sigues cuidando de tu hijo", dijo Caprio. Finalmente, desestimó el caso, le felicitó y les deseó a ambos buena salud.

Igualmente, Caprio es famoso por llamar a los niños al estrado para que sean ellos quienes dicten la sentencia a sus padres. "Acércate, vamos a ver si me puedes ayudar", dice en este vídeo al pequeño Jacob de cinco años. 

El padre del menor había cometido una infracción por aparcamiento. Entonces, el juez propone a Jacob tres opciones: multarle con 90 dólares, con 30 o perdonarle la sanción. El niño escoge castigar a su progenitor con 30 dólares pero, entre la risas de los presentes, a Caprio se le ocurre una solución mejor, la de cambiar el dinero por un desayuno: "Si tu padre te lleva a desayunar, puedo cancelar la multa [...] ¿Te parece un buen trato?". "Sí, porque me gusta el tocino", indica el simpático Jacob.

Asimismo, hay muchos otros casos que circulan por Internet. En una entrevista para 'Televisa', el magistrado, hijo de inmigrantes italianos, explicó el motivo por de estos juicios compasivos: "Tengo el corazón lleno de comprensión, compasión y respeto y quiero darle a todo el mundo la dignidad que se merece. ¡Por eso escucho! Es lo que más quiere la gente". A su vez, Caprio confesó que, a pesar de haber vivido una infancia con enormes carencias, logró estudiar Derecho y Ciencias Políticas y mencionó a su padre como una figura muy influyente en esta manera de ejercer su profesión: era un frutero ambulante que, después de su jornada laboral, se dedicaba a repartir leche a los barrios más humildes de la ciudad. 

Sobre el autor:

Marta Vicente

Marta Vicente Carmona es Graduada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos y Máster de Marketing Digital y en Edición y Postproducción Digital. Es redactora especializada en temas de sociedad y salud y tiene experiencia como Community Manager.

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