Este año la comida de Navidad nos ha salido más cara que otros años debido a la inflación. Los anfitriones suelen ser quiénes se gastan más en estas fechas porque se encargan de preparar la mayor parte de la comida, aunque sus invitados no lleguen tampoco con las manos vacías.
No obstante, siempre hay quien se las apaña para que su bolsillo no sea el más perjudicado durante las fiestas. Este es el caso de Caroline Duddridge, una mujer de 63 años que decidió cobrar a los doce miembros de su familia una especie de entrada para poder cenar en Navidad.
Tal y como explica el diario The Mirror, la mujer ha cobrado entre 10 y 15 libras a sus familiares, dependiendo de sus ingresos, incluidos sus nietos. En el caso de los pequeños, la mujer ha adaptado los precios a su edad: 5 libras para los de que tienen 12 y 9 años, y 2,50 libras para los de tres años.
Evidentemente, esto no ha gustado a muchos de sus familiares, pero ella sigue creyendo que es "buena idea", y no entra en sus planes dejar de cobrar esta comisión de casi 200 euros.
Una decisión polémica
La historia de Caroline se ha hecho viral en Reino Unido, y la BBC Radio 5 Live, no dudó en entrevistarla: "Hay algunos por ahí que piensan que soy un poco Scrooge, pero mis amigos piensan que es una buena idea. Espero que la gente no piense que es algo terrible y piense 'hmm, es una buena idea'", comentaba la mujer.
"Es muy justo. No pretendo lucrarme, lo hago para que me ayuden con los gastos", asegura. La idea de cobrar por comer en su casa no es nueva, sino que se remonta a 2015, cuando se quedó viuda y sus ingresos descendieron notablemente, tanto que no hubiera podido organizar la cena de Navidad sin la ayuda de su familia.
La mujer asegura que aunque su familia no estuviera de acuerdo con su decisión en un primer momento, ahora ya se han acostumbrado a este pago, y a no tener que llevar nada preparado a casa de Caroline, porque es ella quién se encarga de todo: "Al menos así tengo un poco de autonomía sobre lo que puedo comprar. Así no desperdicio comida, que es otra cosa importante", explicó al medio británico.
Pero esto no es todo, y para la mujer la organización es clave, así que pide a su familia que realice este pago antes del 1 de diciembre. Todos los que paguen pueden opinar sobre el menú de esas fechas, que suele incluir vino, refrescos, comida, pudding, galletas navideñas, frutos secos y queso.
A pesar de las críticas, Caroline está muy contenta con su decisión: "Sé que algunas madres se sienten culpables si no lo hacen todo y ofrecen una comida enorme sin que nadie pague, pero yo soy práctica".
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.