Sociedad

La polémica pregunta del examen MIR 2024 que indigna a los médicos

María Bonillo

Foto: Europa Press

Martes 23 de enero de 2024

7 minutos

Sanidad pide la impugnación

La polémica pregunta del examen MIR 2024 que indigna a los médicos. Foto: Europa Press
María Bonillo

Foto: Europa Press

Martes 23 de enero de 2024

7 minutos

El Ministerio de Sanidad ha lamentado la pregunta del examen MIR, celebrado el pasado sábado 20 de enero, donde consideran que se culpabilizaba al médico de Atención Primaria de la carga de trabajo y se intenta patologizar esta situación, y considera que debería valorarse su retirada.

En concreto, la pregunta cuestionaba la situación de un médico que "con frecuencia acumula retraso de 2 horas en la consulta, creando algún conflicto, aunque es el que tiene menor cupo de pacientes". En la exposición de la situación se argumenta que "empieza su jornada laboral antes de la hora para planificar y adelantar su trabajo, pero siempre es el último en salir"; y, al mismo tiempo, se le atribuyen ciertas actitudes respecto a su vida personal y laboral, como que "no tiene tiempo para ir al gimnasio" o vida social y es "muy perfeccionista".

"A la exploración se aprecia una preocupación por los detalles, el orden y las normas, una incapacidad para discernir lo que es urgente y prioritario de lo que no lo es, una conducta inflexible y una incapacidad para delegar. ¿Cuál de las siguientes sería la orientación diagnóstica?", finaliza la pregunta, dando como opciones varios trastornos como el esquizoide o el narcisista.

En este sentido, Sanidad, ante el malestar que ha provocado la pregunta 84 (modelo 0) del pasado examen MIR, quiere "pedir disculpas" y, a la vez, mostrar su "desacuerdo" con la misma.

 

 

"Respetando la independencia de la Comisión Calificadora, consideramos que deberían tomarse en consideración la impugnación de dicha pregunta", ha expresado Sanidad en un comunicado. Por ello, enviará una carta a dicho comité argumentando su postura en base a una serie de justificaciones.

En primer lugar, argumentan que la pregunta puede ser vista como "una falta de respeto ante una situación cotidiana que refleja los déficits del sistema sanitario: la necesidad de que muchos profesionales alarguen la jornada para dar respuesta a las necesidades de sus pacientes".

Además, añaden que, en un contexto de especial foco en las acciones por la mejora de la salud mental de población y profesionales, la pregunta puede resultar "estigmatizante".

Finalmente, apostillan que las personas que se encuentran en una situación de precariedad y sobrecarga laboral tienden a "culpabilizarse" y a expresar las carencias de la organización como un problema propio. "Esto dificulta su detección y les pone en riesgo no solamente de cargar con la culpa de no llegar, sino también de terminar siendo patologizados y señalados desde fuera, sumando al sufrimiento propio el estigma", han esgrimido.

 

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Diferentes organizaciones que aglutinan a especialistas de Atención Primaria, como la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), también han mostrado su desacuerdo con la pregunta. En su caso, calificaban de "desafortunada" esta pregunta y transmitían su malestar al considerar este hecho como una "lamentable falta de respeto" hacia los profesionales y que supone un "desprecio absoluto a las reivindicaciones de los profesionales para mejorar su situación laboral y, por ende, la calidad del sistema sanitario público".

Desde SEMERGEN (@SEMERGENap) consideran que "es intolerable responsabilizar al médico de la gran carga que sufre tanto a nivel burocrático como en la consulta. Actualmente, la Atención Primaria sufre una profunda crisis y desde SEMERGEN llevamos años denunciando la falta de inversión, la menor dotación de recursos humanos, la precariedad laboral y la excesiva burocracia que soportan los médicos de familia", reiteraban.

Y finalizaban, señalando que, preguntas como esta, en el propio examen MIR, "desincentivan que las nuevas generaciones quieran dedicarse a la medicina familiar y lo que consiguen es generar un gran malestar en la profesión".

Por su parte, la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), que exigía explicaciones al Ministerio de Sanidad, criticaba este "contenido desafortunado, que en la situación actual parece más una broma pesada que una pregunta digna de ser incluida en un Examen MIR". 

"Mostrar este tipo de situaciones en un examen MIR, concretándola innecesariamente en un médico de Atención Primaria, hecho que no aporta valor a la consideración clínica del caso, es justo la gota que colma el vaso en cuanto a falta de sensibilidad social y consideración", añadía la SEMG (@SEMG_ES), mostrando su rechazo y malestar. "Es lo que faltaba para influir con un mensaje negativo subliminal en los estudiantes de Medicina que se planteen elegir la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria".

"No solo las condiciones laborales no son las idóneas en la actualidad para los futuros médicos en comparación con otras especialidades, sino que además ahora en el propio examen MIR se contribuye a recordarlo, sin contemplar ni sopesar entre las opciones de respuesta la realidad que padecen los profesionales de Atención Primaria: el fuerte síndrome de burnout que padecen muchos médicos de familia por la situación de precariedad que está instaurada desde hace años", añadían en un comunicado.

"Esto sí es el motivo real que está acarreando problemas en los profesionales del primer nivel asistencial que no pueden dedicar el tiempo suficiente a sus pacientes para atender correctamente sus problemas de salud, lo que les lleva a tener jornadas maratonianas para paliarlo, más allá de cualquier problema de personalidad como se intuye en el caso práctico del examen MIR", concluían.

¿Quién seleccionó esta pregunta?

Asimismo, el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, criticaba también esta pregunta "lamentable" que supone "una falta de respeto a todos los profesionales de Atención Primaria que siempre son los últimos en salir, con unas consultas infinitas y un compromiso más infinito aún con sus pacientes", señalaba en su cuenta personas de la red social X (antes Twitter).

 

 

Padilla consideraba que "lo último que necesita la situación de la Atención Primaria es una caricatura en forma de pregunta que obvie que lo que se dibuja como caso clínico es la realidad forzada cotidiana de miles de profesionales tan comprometidos como maltratados".

Asimismo, se ha visto en la necesidad de explicar cómo se seleccionan estas preguntas para aclarar que nada ha tenido que ver en su elección el Ministerio de Sanidad. Así, ha señalado que las preguntas las elabora un Comité de Expertos, con profesionales de diversa trayectoria y procedencia en cada categoría de examen, "y en el que no participa ninguna persona del ministerio de sanidad".

Ese Comité selecciona las preguntas con unas indicaciones sobre las proporciones en relación al grado de dificultad y materias (equilibrio) y, una vez se entregan, van directamente a la empresa adjudicataria de la impresión", ha continuado.

Con el objetivo de mantener el secreto de las preguntas, la Comisión calificadora conoce el examen al mismo tiempo que las personas que se examinan ese día. Ya que, concluye, "la independencia de los exámenes de Formación Sanitaria Especializada radica, entre otras cosas, en separar la función de elaboración del examen de la de calificación/organización".

Sobre el autor:

María Bonillo

María Bonillo

María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.

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