Ainhoa Gómez
Sociedad
Roberto Canessa: "¿Qué aprendí en la montaña? Que no hay que sentarse, hay que caminar"
El superviviente de la tragedia de los Andes ha dado una conferencia en Madrid
El cardiólogo uruguayo Roberto Canessa (robertojcanessa) es uno de los supervivientes más célebres del accidente aéreo de los Andes de 1972. Junto con su compañero Nando Parrado, anduvo durante diez días por la montaña y la nieve, recorriendo un total de 38 kilómetros, con el fin de salvar a todo el grupo que permaneció junto al avión.
Canessa es uno de los personajes protagonistas de las distintas adaptaciones del suceso a la gran pantalla, también de La sociedad de la nieve, la multigalardonada cinta de J.A. Bayona que logró llevarse 12 estatuillas en los Premios Goya y que también es aspirante a dos Oscar. Matías Recalt, el joven que se mete en el papel del doctor, recibió el Premio Goya a Mejor Actor Revelación, este hecho resulta más emotivo al tener en cuenta la buena relación que han demostrado tener los dos.
Matías Recalt ganando el Goya por su papel como Roberto Canessa
Roberta Canessa y su conferencia en Madrid
Ha acudido a la octava edición del HIP - Horeca Profesional Expo en Ifema y ha dicho frases como "Hay que caminar al oeste que cada uno tiene", sobre la manera en la que hay que afrontar la vida.
"¿Qué aprendí en la montaña? Que no hay que sentarse, hay que caminar", ha afirmado en una intervención en la que ha trazado los puntos más críticos del accidente aéreo en los Andes en el que viajaban los jugadores del equipo de rugby del Old Christians Club y la travesía entre la cordillera hasta Chile, y en la que su mujer Laura Surraco también ha participado.
Canessa ha recordado las palabras que le transmitió otro de sus compañeros, Arturo Nogueira, que teminaría falleciendo por un alud: "Al oeste está Chile, por donde se pone el sol, ahí está Chile, donde se termina la cordillera, mira el mapa. Si eres capaz de caminar 100.000 pasos al oeste, vamos a estar salvados y lograr nuestro sueño". Y al médico uruguayo, entonces estudiantes de Medicina, "le encantó esa idea", la de "morir caminando". "No tenía la audacia de apuntar al éxito o al fracaso, es una lección que aprendí. Tú tienes que caminar en la dirección que elegiste, dónde están tus sueños, caminar al oeste que cada uno tiene", ha explicado.
Aunque también ha recordado cómo las dificultades se fueron acumulando durante los 72 días que pasaron en la montaña. "A veces piensas que peor no se puede estar y te cae un alud", ha avisado.
Sus consejos sobre la vida
En su alocución, Canessa ha mezclado la experiencia vivida con consejos de vida: "Tiene que ser 8 horas de trabajo, 8 horas de sueño y 8 horas de crecimiento personal porque la vida pasa".
El cardiólogo ha confesado que cuando quedaron sepultados por la nieve "miraba a un persona muerta" y pensaba "qué suerte tienes por no sufrir más". También ha mencionado el hecho de que los supervivientes se alimentaran de los cadáveres de sus compañeros, una vez que se acabó la comida, y ha rememorado cómo por aquel entonces le vino a la mente cómo funciona el metabolismo. "Conversamos sobre la situación y no había mucho tiempo para dudar", ha explicado.
Su mujer, por su parte, ha recordado cómo fue el momento en el que le confirmaron que Canessa estaba vivo y que era uno de los supervivientes que llegó a Chile, junto con Fernando Parrado. "Recuerdo que alguien se acercó a mi cama mientras estaba durmiendo y me dijo: Tenías razón, él está vivo. Estaba todo flaquito con labios rotos, sangraban, lloraba mucho y tenía la voz fina", ha descrito.
Canessa y su guiño a J. A. Bayona
Canessa ha elogiado el gesto que tuvo el director en una de las escenas finales del film, cuando llegan a una arroyo. "Tenía poste, pasta de dientes, pero la mía tenía leche de magnesia y tenía una diarrea colosal. Bayona me hizo aprecio y en la película me puso vómitos en lugar de diarrea, estuvo elegante", ha bromeado Canessa.