Ignacio Casanueva
Ignacio Casanueva es redactor especializado en temas de tecnología y salud.
… saber más sobre el autorHace unos días saltaba la polémica sobre la actividad en Facebook del Ministerio de Sanidad. En concreto sobre la cantidad de perfiles que reaccionaban a una de sus publicaciones, la mayoría de ellos falsos. Es decir, no había una persona real que reaccionara a la publicación.
A raíz de este debate surgió una búsqueda intensiva sobre los fake followers, o perfiles falsos, que apoyan o engrosan los números de políticos, instituciones y partidos.
Para quien lea por primera vez este nuevo anglicismo, fake followers, traemos una breve quía con la cual entenderlos.
Son perfiles en distintas redes sociales como Twitter, Facebook o Instagram, que no pertenecen a una persona real. Su principal objetivo es seguir a otros perfiles con el fin de que éstos aumenten así su número de seguidores. De esta manera, puede parecer que una persona tiene mucha influencia y notoriedad en la red social en la que cuente con este tipo de followers.
Si eres activo en una red social, seguramente hayas visto alguno de estos perfiles o te haya sorprendido las consecuencias de quienes hayan comprado estos seguidores.
Sí, si pagas. Este mercado “negro” ha subido como la espuma al mismo tiempo que crecían las redes sociales, por lo que no es difícil encontrar empresas que ofertan paquetes de seguidores falsos a precios bastante asequibles (apenas unos euros), e incluso ofrecen compra de interacciones. De esta forma tú mismo puedes obtener en conjunto o por separado followers, likes y comentarios.
Si quieres ser influencer en las redes, esta es una forma pero al igual que tus seguidores compartirás una palabra: fake