Daniel Noboa, presidente de Ecuador, tomó el mando del país con el objetivo de terminar con la ola de violencia desencadenada que generaban las bandas criminales, que incluso irrumpieron en plena campaña presidencial asesinando al candidato Fernando Villavicencio. El pasado 23 de noviembre, Noboa señalaba en su discurso que invitaba a todos “a trabajar en conjunto para acabar con el enemigo en común: la violencia y la miseria”.
Ahora, Noboa se enfrenta a una nueva ola de violencia que azota diferentes localidades del país sudamericano. En menos de 48 horas, el presidente ha tenido que declarar estado de excepción en su mandato y ha autorizado al Ejército a realizar operaciones militares para poder neutralizar a los grupos narcoterroristas responsables de estas acciones.
En las últimas horas, se han registrado episodios de violencia en Guayaquil, la ciudad más poblada de Ecuador, donde encapuchados armados ingresaron al canal de televisión TC, irrumpiendo la programación en vivo y tomando como rehenes al personal del canal. Los trabajadores fueron obligados a tirarse al suelo bajo las amenazas de los delincuentes, quienes mostraban a las cámaras diferentes tipos de armas.
Uno de los hombres armados dijo durante la transmisión televisiva: “estamos al aire para que sepan que no se juega con la mafia”. La policía llegó al lugar y detalló en un comunicado que evacuó a las personas de la zona “a fin de verificar novedades con los trabajadores del medio de comunicación y restablecer el orden”.
Entre otros actos vandálicos también se destaca el ataque de un grupo armado a la Universidad de Guayaquil, causando el pánico entre estudiantes, trabajadores y profesores del lugar. Los delincuentes ingresaron con armas de fuego y amenazaron con secuestrar al personal. En las imágenes se puede ver a la gente huyendo hacia el exterior, mientras otros se escondían en las aulas.
¿Por qué estalló la violencia?
Las autoridades del sistema penitenciario de Ecuador anunciaron la fuga de la cárcel de Adolfo Macías, alias ‘Fito’, jefe de la banda Los Choneros y uno de los narcotraficantes más temidos del país que cumplía una condena de 34 años por asesinato, delincuencia organizada y narcotráfico.
La huída de ‘Fito’ desencadenó una serie de motines en seis cárceles de Ecuador, donde los delincuentes secuestraron policías, funcionarios y guardias. La Policía informó mediante un comunicado en redes sociales que dos de sus miembros fueron asesinados por los hombres armados.
La fuerte ola de violencia desencadenó en la declaración del primer estado de excepción del mandato de Noboa. "Lo que vivimos es una muestra de que las cosas deben cambiar en el país y que las leyes que tenemos no son suficientes para vivir en paz, por lo que no hay espacio para políticos oportunistas que buscan sacar crédito a costa de una crisis de seguridad penitenciaria", aseguraba en un comunicado publicado en redes.
La entrada en vigor del estado de excepción, con toque de queda incluido, desencadenó en más explosiones, secuestros de policías y revueltas en diferentes partes del país. Tanto Quito, capital del país, como otras ciudades como Esmeralda y Cuenca, han sido testigos de los actos vandálicos de los grupos armados.
El pánico en la ciudad de Guayaquil hizo que las calles estén prácticamente desiertas, con los comercios, universidades, terminales terrestres y centros de ocio cerrados, y con delincuentes que se dedicaban a incendiar vehículos y causar diferentes tipos de revueltos.
Por otro lado, el sistema de transportes ‘Metrovía’ ha suspendido sus operaciones debido a la situación que se vive en el país, y el aeropuerto internacional de Guayaquil informó que solo los viajeros podrán ingresar a las terminales. El pánico que vive la ciudad ha desatado todo tipo de rumores, que incluso las autoridades se vieron obligadas a desmentir un envenenamiento del agua.