Alimentación

El nutricionista Carlos Ríos y DKV presentan el manifiesto ‘Por un consumo responsable de azúcar'

65ymás

Sábado 23 de febrero de 2019

ACTUALIZADO : Jueves 20 de mayo de 2021 a las 11:46 H

4 minutos

Carlos Ríos nos advierte del peligro que supone todo el azúcar que consumimos sin saberlo

Carlos Ríos y DKV: Por un consumo responsable del azúcar' (DKV Salud)
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Sábado 23 de febrero de 2019

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El problema del consumo excesivo de azúcar en España ha unido al conocido nutricionista Carlos Ríos (Realfooding) y a DKV Salud para alertar sobre la situación actual en que vivimos. Su compromiso se centra en denunciar el abuso inconsciente que hacemos del azúcar en nuestra dieta diaria y en resaltar los riesgos y las consecuencias que tiene en nuestra salud. 

En España la ingesta media de azúcar está en los 71,5 gramos al día. Esto es más del doble del consumo medio máximo recomendado por la OMS (de hecho, casi el triple), que es de 25 gramos diarios.

Carlos Ríos advierte, además, que gran parte del azúcar que consumimos lo hacemos sin saberlo. Es el azúcar que está oculto en todos los ultraprocesados que tomamos durante el día, como son los cereales, los zumos industriales, los refrescos, las galletas, los snacks salados, las salsas de tomate y un larguísimo etcétera de productos que habitualmente echamos en la cesta de la compra.

Un manifiesto para el bienestar de las personas

En la presentación del manifiesto, al nutricionista le acompañaban el director de Desarrollo de Salud Digital de DKV, Julio Lorca, y el director de Comunicación de DKV, Miguel García. Lorca destacó el papel clave de la alimentación en el bienestar de las personas, ya que, según él, se ha convertido en “una potente herramienta de mejora de la salud de los ciudadanos y de la sostenibilidad de los sistemas sanitarios públicos y privados.”

Carlos Ríos (DKV Salud)

‘Por un consumo responsable de azúcar’

Los 10 compromisos recogidos en el decálogo de este manifiesto pretenden impulsar políticas responsables y remover conciencias, tanto en el ámbito de la salud pública, como en el de la salud individual. Su fin último es que consigamos reducir la cantidad de azúcar que ingerimos al día, mediante una alimentación mucho más consciente y responsable.

Salud pública:

  • Otorgar más importancia a la educación en alimentación saludable durante la educación primaria y secundaria
  • Promover un etiquetado más sencillo de los alimentos en su parte frontal, indicando si contienen altas cantidades de azúcar y advirtiendo de sus riesgos.
  • Limitar la publicidad de los ultraprocesados en menores de edad.
  • Favorecer el acceso a alimentos reales y limitar la venta de ultraprocesados en lugares públicos como hospitales, colegios o universidades.
  • Establecer impuestos sobre las bebidas azucaradas para reducir su consumo, y destinar el dinero recaudado a acciones de promoción de la alimentación saludable.

Salud individual:

  • Promover la alimentación basada en alimentos reales y mínimamente procesados, para evitar el consumo de azúcares añadidos.
  • Concienciar sobre las elecciones a la hora de alimentarse y sobre la importancia de leer las etiquetas de los productos, sin eliminar la opción de utilizar el azúcar para preparaciones de consumo ocasional.
  • Incentivar el proceso de cocinar y preparar personalmente las comidas.
  • Limitar la compra de ultraprocesados. Es mejor evitar la exposición a estos productos, que suelen tener envases llamativos y pueden provocarnos antojos.
  • Monitorizar el índice de vida saludable personal a través de aplicaciones como la propia de DKV “Quiero cuidarme”.

La lucha incansable de Carlos Ríos

Creador del movimiento Realfooding y con una legión de cientos de miles de seguidores en sus redes sociales, Carlos Ríos se ha convertido en un gran dolor de cabeza para muchos supermercados y marcas de ultraprocesados.

Su labor es encomiable y nada fácil, ya que su lucha es la de David contra Goliat (o Matrix como él prefiere llamarle). Las piedras que lanza el nutricionista contra el gigante son sus mensajes en las redes sociales, sobre todo en su cuenta de Instagram, donde ya tiene más de 600.000 seguidores que siguen a diario sus denuncias a la industria, sus irónicos memes y sus recomendaciones sobre el consumo de comida real.

Como decimos, no es una lucha fácil, ya que sus armas son las mismas que la gran industria alimentaria sostiene económicamente publicitándose en ellas. En este conflicto de intereses se mueve su difícil trabajo. Sin embargo, poco a poco va ganando pequeñas batallas; y su mensaje sobre la importancia de llevar una alimentación más consciente, responsable y saludable consigue llegar cada vez con más fuerza a más gente.

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