Alexandra Concepción Pérez-Mancebo
Practicopedia
Cómo limpiar correctamente la cafetera italiana
Evita sabores rancios y alarga su vida útil con una buena higiene
La cafetera italiana es uno de los métodos más populares para preparar café en los hogares españoles, pero a menudo no se limpia como debería. Aunque parece suficiente aclararla tras cada uso, el aluminio, la goma y el filtro acumulan restos de café, aceites rancios y cal que afectan tanto al sabor como a la durabilidad del aparato.
Según fabricantes y especialistas en mantenimiento, una limpieza adecuada prolonga su vida útil y evita sabores amargos. Sin embargo, muchos usuarios cometen errores habituales como usar demasiado jabón, meter la cafetera en el lavavajillas o guardarla todavía húmeda.
Por qué es importante limpiar bien la cafetera italiana
Cada vez que preparamos café, los granos liberan aceites naturales que se adhieren a las paredes de la cafetera. Si no se eliminan con regularidad, estos aceites se enrancian y generan aromas desagradables que alteran el sabor del café.
Además, la cal del agua se acumula en el filtro y en la válvula de seguridad, reduciendo el flujo y aumentando el riesgo de obstrucción. Otro motivo importante es la higiene: cuando la cafetera se guarda húmeda o mal ventilada, pueden proliferar microorganismos y aparecer manchas negras en rincones poco visibles. Todo esto se evita con una limpieza periódica y un secado adecuado.

Cómo limpiar la cafetera paso a paso
Lo primero es desmontar la cafetera por completo, separando la base, el embudo, el filtro, la junta de goma y la parte superior. Esto permite acceder a todas las zonas donde se acumula suciedad. A continuación, hay que lavar todas las piezas a mano con agua caliente y una gota de jabón suave, utilizando una esponja no abrasiva, ya que los fabricantes desaconsejan el lavavajillas debido a que puede dañar el aluminio y deteriorar la junta.
Es fundamental limpiar bien el filtro metálico para eliminar restos de café y revisar la junta de goma: si está rígida, deformada o agrietada, debe sustituirse. También conviene revisar la válvula de seguridad para asegurarse de que no esté obstruida, limpiándola con un cepillo pequeño o un palillo sin ejercer fuerza excesiva. Por último, se debe realizar un aclarado completo y secar todas las piezas con un paño, evitando guardarlas mojadas; lo ideal es dejarlas separadas hasta que estén completamente secas.
Errores que debes evitar
Entre los fallos más habituales destaca meter la cafetera en el lavavajillas, ya que el aluminio se deteriora con el calor y los detergentes agresivos, mientras que la junta de goma termina deformándose. También se deben evitar los estropajos metálicos, que pueden rayar la superficie y desprender pequeñas partículas de aluminio. Otro error común es utilizar jabones muy perfumados o fuertes, ya que el aluminio absorbe los olores con facilidad, pudiendo luego transferirlos al café. Asimismo, guardar la cafetera húmeda o completamente cerrada puede provocar malos olores y favorecer la aparición de moho; lo más adecuado es dejar siempre las piezas separadas hasta que estén bien secas.
Qué hacer cuando huele raro o lleva tiempo sin usarse
Si la cafetera desprende un olor extraño, el café sale más oscuro de lo normal o notas un sabor rancio, es señal de que necesita una limpieza más profunda. En estos casos, se recomienda realizar una descalcificación suave llenando la base con agua y un chorrito de vinagre o zumo de limón, poniéndola al fuego sin café para que el agua suba y arrastre la cal acumulada. Después, conviene preparar una cafetera solo con agua para eliminar cualquier resto de vinagre. Para recuperar el sabor habitual, puede realizarse un pequeño “curado” preparando un café suave y desechándolo. Si la junta de goma está endurecida, deformada o desgastada, lo mejor es sustituirla, ya que su buen estado es fundamental para que la cafetera funcione correctamente.



