Tal y como a todos nos han dicho alguna vez: “la ropa sucia no se lava sola”. Pero la vida moderna es muy compleja, con tantas obligaciones y planes poco tiempo nos queda (o dejamos) para las tareas domésticas. Esto hace que, a veces, no seamos todo lo cuidadosos que deberíamos y cometamos imprudencias. Entre ellas hay un clásico: poner la lavadora con ropa que destiñe.
Si ese ha sido tu caso, lo más probable es que te hayas encontrado con un desastre, y que la ropa de tonos más claros salga como un cuadro de Picasso. Pero no te preocupes, hay algunos trucos con los que puedes remendar el daño y devolver tus prendas a su estado original.
Para empezar, si la ropa sobre la que están las manchas de desteñido es blanca, estarás de suerte. Y es que casi siempre se arregla con Lejía. Aunque antes de utilizarla debes asegurarte de que no se trata de una prenda delicada y que admite el empleo de este tipo de productos agresivos. Si es así, solo tienes que hacer una mezcla de ocho partes de agua por una de lejía y sumergir la prenda durante 15 minutos. A continuación, aclárala y métela en la lavadora junto al resto de la ropa blanca.
También la técnica del amoníaco diluido es muy efectiva para recuperar tus prendas blancas teñidas, sumergiéndolas en amoníaco diluido durante 20 minutos. Una vez las saques, tendrás que tenderlas al sol para conseguir el mejor resultado.
Para el resto de prendar de color estos son los mejores trucos:
¡ATENCIÓN! Antes de usar cualquiera de estos trucos lee atentamente la etiqueta de tu ropa, ya que muchos materiales no soportan las altas temperaturas y no aguantarían el calor del agua, como por ocurre con las prendas confeccionadas con tejidos sintéticos o la lana.
Además, no todos los tejidos responden de la misma manera a estas técnicas. Algunas tonalidades penetran más que otras en las fibras y es imposible recuperar el color original. En casos así, la mejor alternativa es teñir la prenda a un tono más oscuro que te ayude a camuflar el problema para que puedas seguir disfrutando de tu ropa preferida sin manchas ni decoloraciones.
De todos modos, la técnica infalible es averiguar si una prenda va a desteñir. Esto lo podemos saber poniéndola bajo un chorro de agua caliente y frotándola con un poco de jabón. Si la espuma se torna del color de la prenda sabrás que debes tomar precauciones adicionales a la hora de lavar esa prenda, si la espuma se queda normal sabrás que puedes meterla sin problemas en la lavadora junto al resto de tu ropa.