Son muchos los veterinarios y etólogos, especialistas en conducta animal los que recomiendan el uso del arnés a la hora de pasear a tu mascota, aunque siempre teniendo en cuenta las características de cada perro, desde su tamaño, hasta su carácter más o menos impetuoso.
Si has decidido que lo mejor para tu mascota es llevar un arnés, que le permita moverse con libertad y con seguridad en vuestras salidas, llega el momento de elegir el que mejor le va y también de llevar a cabo esa primera puesta que puede resultar un poquito complicada, simplemente porque tu perro desconoce qué es eso que te empeñas en ponerle.
En primer lugar, si es posible, cuando vayas a comprar el arnés para tu perro, llévalo contigo, porque así podrás calcular mejor las medidas para que le quede perfecto. Debe ajustarle pero sin apretar. Fíjate especialmente en que las tiras no le rocen en las axilas de sus patas delanteras, porque si esto ocurre, acabarían causándole alguna pequeña herida.
También es importante que conozcas el mecanismo del arnés que elijas. Es muy fácil, pero a veces puedes hacerte un pequeño lío sobre dónde va, exactamente, cada tira. Antes de hacer pruebas con tu perro y conseguir ponerlo nervioso, debes tener claro cómo va el arnés. Por otra parte, deja que tu mascota se familiarice con él, que lo olisquee lo que quiera, para que se convenza que no entraña, para él, peligro alguno.
Por lo general, hay dos maneras de colocar el arnés, teniendo en cuenta su forma y su diseño. Algunos se colocan introduciendo pirmero las patas del animal y otros requieren que coloques primero la tira que va en zona superior, en el cuello.