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Dormir más el fin de semana no compensa los efectos de la falta de sueño

Miriam Gómez Sanz

Sábado 13 de diciembre de 2025

4 minutos

Un estudio revela que descansar poco entre semana altera la glucosa y eleva el riesgo de diabetes

Dormir más el fin de semana no compensa los efectos de la falta de sueño. Fuente: BigStock.
Miriam Gómez Sanz

Sábado 13 de diciembre de 2025

4 minutos

Dormir poco entre semana no es tan inocuo como muchos creen. Según ha demostrado un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Singapur (NUS Medicine), tampoco sirve intentar "ponerse al día" con largas horas de sueño el sábado y el domingo. Aunque suene sorprendente, el cuerpo no recupera del todo el equilibrio, especialmente cuando se trata de regular la glucosa, un mecanismo fundamental para mantener a raya la diabetes tipo 2.

El estudio, publicado en la revista Sleep, analizó cómo repercute la falta de descanso en 48 adultos jóvenes sanos, sometidos a distintos patrones de sueño durante dos semanas. La investigación fue dirigida por la profesora adjunta June Chi-Yan Lo, junto con el profesor adjunto asociado Khoo Chin Meng, ambos de NUS Medicine.

Los participantes comenzaron con dos noches de sueño adecuado para medir sus niveles de glucosa e insulina en un estado de descanso óptimo. Después, se dividieron en tres grupos: "sueño corto estable" (seis horas entre semana y ocho el fin de semana), "sueño corto variable" (entre cuatro y ocho horas entre semana y ocho el fin de semana) o sueño "de control" (ocho horas cada noche).

Pese a que los dos primeros grupos disfrutaron de descanso amplio durante el fin de semana, la tolerancia a la glucosa se deterioró igualmente.

Más insulina, más glucosa y más riesgo

En quienes dormían seis horas de forma constante entre semana, el organismo empezó a mostrar señales claras de resistencia a la insulina. El cuerpo producía más insulina de lo normal para mantener estable la glucemia, pero aun así los niveles de azúcar en sangre permanecían elevados.

El grupo con sueño variable presentó un patrón aún más preocupante. Mostraron mayores picos de glucosa y apenas una respuesta compensatoria del páncreas, lo que podría insinuar un deterioro temprano de las células encargadas de fabricar insulina.

El contraste llegó con el grupo de control. Dormir ocho horas cada día, sin altibajos, mantuvo estables los marcadores metabólicos durante todo el estudio.

Dormir más el fin de semana no compensa los efectos de la falta de sueño. Fuente: BigStock.
Dormir más el fin de semana no compensa los efectos de la falta de sueño. Fuente: BigStock.

Dormir el fin de semana no reinicia el cuerpo

La profesora Lo lo resume con claridad: "Mucha gente cree que dormir el fin de semana puede 'reiniciarse', pero nuestros hallazgos muestran que recuperar el sueño durante el fin de semana podría no prevenir los aumentos en los niveles de glucosa en sangre inducidos por la posterior reducción del sueño entre semana".

La investigadora subraya una idea clave: la relación entre sueño, glucosa y riesgo de diabetes tipo 2 requiere que el descanso sea suficiente y regular, no irregular y compensado a posteriori. "Comprender cómo los patrones de sueño afectan la regulación de la glucosa puede ayudarnos a ofrecer planes de tratamiento más integrales", añade.

El equipo espera que estos resultados ayuden tanto a profesionales sanitarios como a la población general a incorporar el sueño como parte esencial del cuidado metabólico. Dormir bien, además de ser reparador, puede convertirse en un componente más de prevención frente a la diabetes.

El siguiente paso, señalan los autores del estudio, será ampliar la investigación a otros grupos demográficos y a personas que ya presentan factores de riesgo.

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Miriam Gómez Sanz

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