Esta es la edad a la que debes empezar a vigilar la salud de tu próstata
Ante cualquier síntoma urinario, se debe consultar al urólogo sin importar los años
Desde 2003, la Fundación Movember dedica el mes de noviembre a sensibilizar y recaudar donaciones contra los cuatro grandes enemigos que atacan la salud masculina de forma especial: el cáncer de próstata, el cáncer de testículos, la salud mental, la prevención del suicidio y la lucha contra la inactividad física. Las acciones se desarrollan en 21 países, entre los que se encuentra España desde 2007.
De manera global, de media, los hombres mueren 6 años antes que las mujeres, y por razones, en gran medida, que se pueden prevenir. La Fundación Movember tiene como fin mejorar la sensibilización y la educación sobre algunos de los problemas de salud más graves que afectan a los hombres.
Y el cáncer de próstata es uno de ellos. En España, es el tumor más frecuente en varones y la tercera causa de muerte por enfermedad oncológica en varones, por detrás del cáncer de pulmón y de colon. Se estima que 1 de cada 8 hombres será diagnosticado de esta enfermedad y que en 2025 se diagnosticarán más de 32.000 casos en nuestro país. La mayoría de ellos ocurren en varones de edad avanzada, siendo el 90% de los pacientes de más de 65 años y la edad media de diagnóstico de 75 años. Por todo ello, es importante seguir los chequeos preventivos a partir de determinadas edades, recuerda la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
Hablamos de ello con el Dr. Carlos Balmori, urólogo del Centro Médico Quirónprevención Príncipe de Vergara. Para este especialista es "a partir de los 50 años cuando los varones sin antecedentes familiares, y desde los 45 años si hay familiares directos con cáncer de próstata o si se pertenece a un grupo de mayor riesgo, deben empezar a vigilar la salud de su próstata. Pero ante cualquier síntoma urinario, se debe consultar al urólogo sin importar la edad." Y documenta que entre las pruebas a realizar las más importantes son "un análisis de sangre del PSA (Antígeno Prostático Específico), el tacto rectal, y la mayoría de las veces una ecografía de aparato urinario"
Una parte importante de las revisiones de la próstata es con qué frecuencia deben realizarse "Generalmente una vez al año, aunque se puede ajustar la frecuencia según los resultados previos, el nivel de riesgo individual y la sintomatología del paciente", agrega.
Factores de riesgo
Se debe tener en cuenta que hay factores de riesgo que pueden hacer que estas pruebas se adelante. "Los más importantes son los antecedentes familiares de cáncer de próstata antes de los 65 años, raza negra y la edad superior a 50 años. Con menos evidencia, la dieta rica en grasas animales, el sobrepeso o la exposición a tóxicos o tabaquismo.
Los síntomas
Entre los signos que delatan la enfermedad están "la dificultad o dolor al orinar, necesidad de orinar con frecuencia, flujo débil, sensación de vaciado incompleto, presencia de sangre en la orina o el semen, o dolor pélvico persistente", aclara el experto de Quriónprevención.
A pesar de estas señales, existen algunos mitos que impiden a los hombres visitar al urólogo. "Lo más habitual que escuchamos de ellos es que no tienen intención de acudir al urólogo y nos dejan frases como: 'Si orino bien, mi próstata está bien'; 'el tacto rectal es doloroso o humillante', 'el cáncer de próstata siempre da síntomas'; 'si tengo cáncer, prefiero no saberlo'. Todos son falsos y pueden retrasar diagnósticos curables" señala el Dr. Balmori.

Por lo tanto, entre otras cosas, es importante cambiar la percepción negativa que aún persiste sobre el tacto rectal, para lo que el especialista propone "que hay que informarse en qué consiste y qué buscamos con esta exploración. Es un procedimiento rápido, unos segundos apenas, aunque en algunos hombres puede ser levemente molesto, es indoloro en su mayoría. Dura unos segundos y puede salvar vidas".
La prevención es poder
El experto hace especial hincapié en que "la prevención es poder. Un control a tiempo puede marcar la diferencia entre un tratamiento sencillo y una enfermedad avanzada. La revisión dura minutos; las consecuencias de ignorarla pueden durar toda la vida".
Pero también es fundamental mantener hábitos o hacer cambios en el estilo de vida que ayuden a prevenir enfermedades de la próstata. "Como en la mayoría de las enfermedades, mantener un peso saludable, hacer actividad física regular, no fumar, moderar el alcohol y evitar el exceso de grasas animales, contribuyen a la salud de la próstata, así como dormir bien y controlar el estrés también ayudan", explica.
Dieta y salud prostática
A pesar de que "no hay clara evidencia sobre la influencia de la dieta en el desarrollo del cáncer de próstata o de la hiperplasia prostática benigna, se podrían recomendar frutas, verduras, como el tomate (rico en licopeno), pescado azul y frutos secos. Conviene reducir carnes rojas, embutidos, comida ultraprocesada y azúcares añadidos". Una duda frecuente es la relación entre la actividad sexual y la salud de la glándula: "La actividad sexual regular puede ser beneficiosa. Algunas investigaciones indican que eyacular con frecuencia podría reducir el riesgo de cáncer de próstata al favorecer la eliminación de sustancias potencialmente dañinas", recuerda el especialista.
Recordemos, como hemos mencionado anteriormente que "el de próstata es el cáncer más frecuente en hombres y una de las principales causas de muerte oncológica masculina. Entre los factores de riesgo están: edad, antecedentes familiares, raza negra, edad por encima de los 50 años. Se debe tener en cuenta que no siempre da síntomas. De hecho la inmensa mayoría, en etapas iniciales suele ser silencioso, por eso los controles regulares son esenciales para detectarlo antes de que avance. La buena noticia es que su pronóstico cuando se detecta a tiempo es excelente. Cerca del 100 % de los casos detectados precozmente se curan completamente. Cuanto antes se diagnostica, más opciones de tratamiento y mejor calidad de vida", puntualiza el urólogo de Quirónprevención.
Y aclara cuáles son los principales tratamientos actuales para el cáncer de próstata en etapas tempranas y avanzadas. "Existen tumores de muy bajo grado que incluso se puede plantear no hacer ningún tratamiento y sólo realizar una vigilancia activa, es decir controles muy rigurosos para ver si cambia de estadio o aumenta su volumen. Tratamientos mínimamente invasivos, como la terapia focal, se pueden ofrecer a pacientes con tumores localizados de bajo grado. Si el grado es intermedio o alto la cirugía robótica es la opción principal, seguido de la radioterapia. En casos avanzados se utilizan terapias hormonales, quimioterapia, radiofármacos o radioterapia".



