Longevidad saludable

Nunca es demasiado tarde para empezar a hacer ejercicio y un estudio lo demuestra

Violeta Qi

Lunes 21 de julio de 2025

4 minutos

Cambiar a un estilo de vida más activo en cualquier momento puede prolongar la esperanza de vida

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Violeta Qi

Lunes 21 de julio de 2025

4 minutos

Ser físicamente activo de manera constante en la edad adulta está vinculado a un riesgo entre 30-40% menor de muerte por cualquier causa en etapas posteriores de la vida, según un análisis de datos agrupados de la evidencia disponible, publicado en línea en el British Journal of Sports Medicine.

Los investigadores recuerdan las recomendaciones vigentes: entre 150 y 300 minutos semanales de ejercicio moderado o 75–150 minutos de actividad vigorosa, o su combinación. Sin embargo, al analizar múltiples mediciones a lo largo de la adultez, hallaron que cualquier incremento en la actividad, en cualquier momento, aporta beneficios de supervivencia frente a permanecer inactivo. 

Enfermedad cardiovascular y cáncer 

Revisaron bases de datos de investigación en busca de estudios relevantes que evaluaran la actividad física en dos o más puntos en el tiempo, e incluyeron en su revisión 85 estudios publicados en inglés hasta abril de 2024, con tamaños de muestra que variaron de 357 a 6.572.984 participantes.

El análisis de datos agrupados de los resultados del estudio mostró que, en general, un mayor nivel de actividad física se asoció con menores riesgos de todos los resultados incluidos.

 

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En concreto, los participantes que pasaron de ser físicamente inactivos a ser activos tenían un 22% menos de probabilidades de morir por cualquier causa que los que permanecieron inactivos, mientras que los que aumentaron sus niveles de actividad física en su tiempo libre tenían un 27% menos de probabilidades de hacerlo. Por otro lado, cambiar un estilo de vida activo por uno inactivo no se asoció con un menor riesgo de muerte por cualquier causa.

Al comparar patrones a largo plazo, los constantes activos mostraron aproximadamente un 40 % menos de muertes por enfermedad cardiovascular y un 25 % menos por cáncer, en relación con quienes permanecieron inactivos aunque en el caso del cáncer no eran concluyentes. 

"Dado que estar activo de manera constante proporciona mayores beneficios para la salud que haber estado activo previamente (es decir, no mantener la actividad), esto resalta la importancia de una [actividad física] sostenida en el tiempo señalan los autores. Las futuras intervenciones [de actividad física] podrían no solo estar dirigidas a las personas inactivas, sino también ayudar a las personas activas a mantener su actividad".

Con estos resultados, los investigadores concluyen que cambiar a un estilo de vida más activo en cualquier momento de la vida adulta puede prolongar la vida y que nunca es demasiado tarde para empezar.

Sobre el autor:

Violeta Qi

Redactor en prácticas

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