La Organización Consumidores y Usuarios (OCU) ha presentado una petición formal ante el Banco de España para que establezca criterios técnicos u orientaciones sobre los límites máximos que pueden fijar las entidades para las transferencias inmediatas, de modo que "no resulten desproporcionados ni desincentiven su uso".
Transferencias gratis
La OCU recuerda que todas las entidades están obligadas a ofrecer transferencias inmediatas antes del 9 de octubre de 2025, siguiendo el Reglamento (UE) 2024/886. Estas transferencias inmediatas permiten enviar dinero en segundos, todos los días del año, incluidos festivos. Además, como recuerda la organización de consumidores a través de un comunicado, desde el pasado 9 de enero de 2025, no pueden cobrar más por ellas que por las transferencias ordinarias.
Todos los bancos se han adaptado a la normativa, por lo que, dado que casi ninguno cobra comisiones por las transferencias ordinarias cuando se realizan online, tampoco lo hacen por las transferencias inmediatas, señala la OCU.
Limites injustificados
Sin embargo, ha denunciado que muchas entidades "están aplicando límites injustificadamente bajos, lo que impide a los usuarios beneficiarse plenamente de este servicio". En concreto, explica que, aunque la normativa europea fija un límite legal de hasta 100.000 euros por operación, "algunos bancos apenas permiten transferir 500 o 1.000 euros”.
Algunas entidades limitan el importe de las transferencias inmediatas a un máximo de 500 euros por operación. Otras mantienen límites de 700 euros o de 1000 euros. A su vez, algunas entidades, además de un límite por operación, también fijan límites diarios. Una práctica que, según la OCU es común “en la gran mayoría de las entidades financieras”.
Barreras
OCU sostiene que el objetivo del reglamento europeo es fomentar el uso de los pagos inmediatos, facilitando su acceso en igualdad de condiciones que las transferencias tradicionales. No obstante, para la asociación, estos límites "bajos" suponen, en la práctica, "una barrera que fuerza a los usuarios a fraccionar pagos o bien a renunciar a los beneficios de la inmediatez, recurriendo a transferencias ordinarias que pueden tardar hasta dos días en completarse".
Por ello, ha pedido al Banco de España, que establezca criterios "claros" y que promueva que, cuando un cliente pueda ordenar una transferencia ordinaria por un importe determinado, también pueda realizar una transferencia inmediata por igual cantidad.
Asimismo, ha solicitado al Banco de España que garantice que los límites impuestos por las entidades sean "transparentes, modificables por el usuario, y estén justificados por motivos de seguridad reales, y no por restricciones comerciales".