La Seguridad Social entra en su 15º año en déficit, pese a mayores cotizaciones y transferencias

La Seguridad Social cierra 2024 con un déficit del 0,53% del PIB

La Seguridad Social sube su deuda 10.000 millones en un año, hasta 126.173 millones

En 2024, los ingresos de la Seguridad Social por cotizaciones aumentaron con fuerza, así como la entrada de dinero mediante transferencias del Estado. Sin embargo, las cuentas del sistema de pensiones arrojan un saldo deficitario de 8.495 millones de euros (casi la misma cifra que los 8.373 millones en negativo de 2023), equivalentes al 0,53% del Producto Interior Bruto (PIB), frente al 0,56% de 2023.

Así lo confirma la última ejecución presupuestaria de las Administraciones Públicas, presentada recientemente por la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Si se contabilizan los recursos destinados para paliar los efectos de la Dana, el déficit de la Seguridad Social sería aún mayor, de 8.552 millones de euros.

Un año más, por tanto, se comprueba que los ingresos que llegan al sistema, aunque crecen con fuerza, no son suficientes para compensar el mayor incremento del gasto. Más en detalle, la recaudación por cotizaciones subió el 7,1%, hasta los 199.595 millones, por la buena marcha del mercado laboral (en 2023 las cuotas aportaron 186.417 millones).

En cuanto a las transferencias, sumaron 43.136 millones el año pasado, el 9,4% más, principalmente, por las realizadas en virtud de la recomendación primera del Pacto de Toledo 2020, que aumentan un 7,5%, hasta 21.380 millones, para financiar los denominados gastos impropios.

Aun así, no basta para afrontar el aumento imparable del gasto, de 253.090 millones en total, la inmensa mayoría del mismo, empleado en las pensiones. El incremento del gasto se debe a cuatro factores clave: el mayor importe de las nuevas pagas de los recién jubilados, gracias a las mejores carreras de cotización que generan pensiones más elevadas; la revalorización anual con el IPC, que se consolida año tras año en las nóminas; las subidas extra de las pagas mínimas y no contributivas, que en 2023 y 2024 crecieron por encima del resto; y el incremento del número de pensionistas, que cogerá velocidad de crucero en los próximos años, con el retiro de la generación del baby boom.

Este déficit recurrente de la Seguridad Social entra dentro de las previsiones del Gobierno y cumple los márgenes de ajuste fiscal comprometidos con Bruselas. Sin embargo, numerosos expertos alertan de que el déficit se transforma en deuda, y que España tiene un enorme desafío inmediato, como es la masiva jubilación del baby-boom, que provocará un gran incremento extra del gasto en pensiones. Arrastrar déficits y deuda cuantiosos complicará la sostenibilidad de las pensiones, advierten desde el Banco de España a la AIReF.

Déficit del 0,2% estimado para 2025

Con los datos de 2024 completos, la Seguridad Social ha cumplido ya 14 años consecutivos en situación de déficit presupuestario, y entra en su 15º ejercicio con previsto desfase en las cuentas, ya que el Gobierno proyecta cerrar 2025 con un déficit del 0,2% del PIB.

Tal como recoge Funcas, en su documento Presupuesto de 2025: en punto muerto, las estimaciones del Gobierno en cuanto a la Seguridad Social es que se mantendrá una senda de déficit del 0,2% del PIB en 2025, al igual que en los años 2026 y 2027. El presupuesto incluye una trasferencia a la Seguridad Social de 22.881 millones de euros para cubrir su déficit, superando un 7% a la transferencia de 2024.

El desequilibrio del 0,2% era también el presupuestado por el Ejecutivo para 2024 (ver gráfico inferior), que se ha incumplido, pues finalmente el descuadre de las cuentas ha sido mayor: el 0,53% del PIB antes citado.

Así se ha creado el déficit de las pensiones

Las cuentas de la Seguridad Social presentaron superávit continuo en la primera década del siglo XXI, gracias a la expansión económica y a la tracción del empleo. Hasta en 2008, cuando el mundo se precipitaba hacia el agujero de la gran crisis económica, el superávit fue del 1,3% del PIB.

Corría 2009, el PIB español se desplomaba el 3,7% e incluso así, la Seguridad Social se las arregló para registrar un superávit del 0,8%, igual que sucedió en 2010, a pesar del tremendo embate de la crisis financiera y de deuda.

Pero las tornas cambiaron radicalmente en 2011, cuando el primer Gobierno de Mariano Rajoy comunicó un déficit de 487,3 millones del sistema de pensiones, que serían -5.812,79 millones en 2012 y -8.725,36 millones en 2013, según se detalla en los Presupuestos Generales del Estado para 2023, los últimos hasta la fecha (ver gráfico inferior).

Tanto en 2014 como 2015, los números en rojo del sistema reportaron un déficit del -1,3% y -1,5%, respectivamente.

Al cierre de 2016, el desfase alcanzó el récord absoluto, con -18.536 millones (-1,7% del PIB), casi la misma cifra que en 2017, cuando el desvío entre ingresos y gastos fue de -18.511 millones, si bien en porcentaje del PIB resultó un desequilibrio algo inferior (-1,6%). En 2018, el sistema arrojó un déficit de -16.834 millones (-1,4% del PIB), casi el mismo desvío que en 2019, con -16.612 millones (el -1,3% del PIB).

En 2020 (-1,2% del PIB) y 2021 (-0,9%), ambos años caracterizados por un volumen de gastos disparados por la pandemia del covid, la Seguridad Social pudo rebajar su desequilibrio debido a que le llegaron transferencias del Estado, pero siguió sumida en el déficit.

En 2022, el desvío en las cuentas del sistema de pensiones cayó hasta los -6.170 millones (el -0,5% del PIB), gracias a que la Ley de reforma de pensiones de 2021 liberó a la Seguridad Social de parte de los gastos impropios, que ahora financia la Administración del Estado. Así, en 2022, el sistema se ahorró 18.396 millones, que es el importe de las transferencias recibidas para compensar esos gastos impropios. No obstante, el déficit fue del 0,5% del PIB.

Por su parte, 2023 finalizó con un saldo de -8.211 millones, de hecho, fue la única Administración que subió su déficit ese año (+2.315 millones de desequilibrio presupuestario), con lo que el desvío supuso el 0,56% del PIB. Las transferencias ese año representaron 19.888 millones de euros.

En 2024, último ejercicio económico completado, el descuadre en las cuentas se mantiene prácticamente igual que el año previo, con el ya citado -0,53% del Producto Interior Bruto.