El salario emocional, aquellas acciones enfocadas al bienestar dentro del puesto de trabajo que no necesariamente implican un aumento de la retribución económica, son valoradas por el 70% de los trabajadores, según un estudio elaborado por la consultora Udemy.
Este es un concepto asociado a la retribución de un empleado en la que se incluyen cuestiones de carácter no económico, cuyo fin es satisfacer las necesidades personales, familiares y profesionales del trabajador, mejorando la calidad de vida del mismo, fomentando la conciliación laboral.
"El salario emocional es un complemento al económico, nunca lo sustituirá y actúa como un conjunto de acciones suplementarias a las prestaciones monetarias que buscan incidir en el bienestar integral de los trabajadores. Sirve como factor de retención y posicionamiento de marca para aquellos candidatos interesados en trabajar en una compañía", ha apuntado Cecilia Mansilla, experta en liderazgo y desarrollo profesional e instructora de Udemy.
Un factor determinante
Entre los cinco factores que forman parte del salario emocional se encuentran el sentido de propósito ("si una empresa es responsable con el medio ambiente y la diversidad, es más probable que sus trabajadores se sientan más comprometidos", indican los autores del estudio), una perspectiva a medio plazo de que su trayectoria dentro de la empresa puede avanzar, flexibilidad laboral para conciliar trabajo y vida personal o familia, preocupación por el bienestar físico de los empleados o implicación en el desarrollo personal de los trabajadores.
Debido al Covid-19 se han observado cambios en el mercado laboral, tanto del lado de los empleadores como de los solicitantes de trabajo, especialmente entre los jóvenes que buscan su primer trabajo y que prefieren elegir uno que les ofrezca el llamado salario emocional.
Este segmento de la población está decantándose por aquellos empleos que ofrecen beneficios o prestaciones más allá de los de ley, como servicios de gimnasio, bonos, masajes y estética, entre otros.
La pandemia también ha provocado un debate sobre el teletrabajo. No obstante, cada vez más empresas lo están viendo como algo permanente, ya que representa ahorros para ambas partes, tanto económicos como de tiempos por traslados, por ejemplo.
Por tal motivo, el salario emocional es un factor determinante para que los trabajadores decidan quedarse con un empleo determinado. Asimismo, dicha figura está empezando a cobrar fuerza en la estructura de las empresas.
