Economía

Los precios seguirán disparados en 2022, hundiendo el bolsillo del pensionista

Pepa Montero

Foto: EUROPA PRESS

Domingo 2 de enero de 2022

ACTUALIZADO : Domingo 2 de enero de 2022 a las 12:28 H

9 minutos

La inflación va a estar por encima del 3% anual hasta julio o agosto de 2022, según expertos

Los precios seguirán disparados en 2022, hundiendo el bolsillo del pensionista
Pepa Montero

Foto: EUROPA PRESS

Domingo 2 de enero de 2022

9 minutos

Precios desbocados: el IPC cierra el año en el 6,7%, su mayor tasa anual en 29 años

El IPC sigue su escalada: ¿Cómo afectará esto a las pensiones?

Así quedará el bolsillo del pensionista en 2022 tras revalorizarse las pagas con el IPC

 

Los precios seguirán disparados en 2022 al menos hasta mediados de año, con lo que eso supone de pérdida inmediata de poder adquisitivo para el bolsillo del pensionista y un mayor gasto acumulativo en pensiones para la Seguridad Social. Según prevé una gran mayoría de expertos e institutos de análisis, entre ellos Funcas, la inflación va a estar por encima del 3% anual hasta julio o agosto de 2022, frente a la subida general del 2,5% que han registrado las pagas de los jubilados desde el 1 de enero. Eso significa que, ya de entrada, los pensionistas estarían perdiendo medio punto de poder de compra.

El Gobierno y el PSOE admiten asimismo que la inflación se va a prolongar "más de lo que deseamos", según reconocía hace unos días el portavoz del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez, tras conocerse que el IPC interanual se ha desbocado hasta el 6,7% en diciembre, su nivel más alto en los últimos 29 años. 

De confirmarse esta espiral inflacionista en 2022, con tasas anuales previstas del 4,8% en enero, 5,5% en febrero... y que en julio todavía estarían en el 3,1%, esto implicaría que a finales de año, cuando toque revalorizar de nuevo las pensiones, en concreto en noviembre, el dato del IPC medio anual podría rondar el 3%, con lo cual, las pensiones de 2022 se podrían actualizar en enero de 2023 en torno al 3% de subida, si no se producen sorpresas de calado en la evolución de los precios de consumo. 

De hecho, Funcas pronostica que la tasa media anual de inflación en 2022 será del 2,9%, como consecuencia de un alza mayor de los precios. Asimismo, calcula que en un escenario tensionado, en el que el precio de la electricidad siguiese subiendo hasta la primavera para después ir descendiendo, la tasa media anual del IPC podría dispararse hasta el 3,5% en 2022. Según explica María Jesús Fernández, economista sénior de Funcas, el alza de precios tiene un primer impacto en el consumo, pero "el principal riesgo es que se genere una espiral salarios-precios, un proceso que se alimenta a sí mismo y que puede derivar en una subida de los tipos de interés que afectaría a la carga de la deuda".

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Fuente: INE

"Se va a perder, y no poco, poder adquisitivo"

A juicio de Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas (@EconomistasOrg), es de esperar "cierta moderación de la inflación a partir de bien avanzado el segundo trimestre del año, en consonancia con la desaceleración de la economía a la que asistimos, que puede moderar los precios de la materias primas y de la energía. También la progresiva desaparición de los cuellos de botella en el tráfico de mercancías. Todo ello, siempre que los aumentos salariales no se trasladen a los precios, llevándonos a una inflación de segunda generación más peligrosa".

Respecto al golpe para el bolsillo del pensionista, Pedraza detalla que "nuestra inflación actual oscila entre el 5,6% y el 5,7% (aún se descuenta la subida de diciembre que es muy alta) La subyacente ronda el 2% y crece muy aceleradamente en los últimos meses. Las pensiones van a subir con la inflación media prevista, un 2,5%; los salarios en general, entre el 1,5% y el 2%. Está claro que en ambos casos se va a perder, y no poco, poder adquisitivo. Ello influirá en el consumo, en la demanda interna y terminará afectando a nuestro crecimiento".

Asimismo, el economista Javier Santacruz (@santacruz_s_a)  tiene claro que los precios "van a continuar muy altos como mínimo hasta el verano de 2022, no solo por el coste de la energía sino también por la transmisión que se está produciendo a otros bienes y servicios. Por lo menos en los próximos tres meses, va a ser muy difícil que el IPC interanual baje del 5%. En el caso de las pensiones, es inevitable una pérdida de poder adquisitivo, pero subir muy por encima de lo que puede permitirse en este momento la caja de la Seguridad Social va a alimentar aún más la espiral inflacionista. Y lo mismo si así ocurriera con los sueldos (subiendo en torno al 1,5%)". 

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"La bajada del IPC no se notará hasta mitad de año"

Tal como señala Enrique Devesa (@DevesaCarpio), economista y actuario, investigador del IVIE (@Ivie_news), "en 2021 el IPC aplicable para revalorizar las pensiones de 2022 ha sido del 2,5%, lo más probable es que el próximo año sea algo menor, aunque la bajada no se notará hasta mediados de año. Con la reforma del sistema, las pensiones se revalorizarán en 2023 según el valor promedio del IPC de 2022, por lo que para los pensionistas es indiferente cuál sea exactamente el IPC porque no van a perder poder adquisitivo".

Sin embargo, advierte Devesa, para los trabajadores el caso es distinto: "En los salarios puede haber bastantes diferencias según sectores y empresas, porque el aumento dependerá del convenio que tengan firmado o que vayan firmar en los próximos meses. Habrá presiones por parte de los sindicatos para que la subida se alinee con la inflación, pero no será fácil que los empresarios acepten un importante aumento debido a que muchas empresas no ha podido sanear sus cuentas y no se lo van a poder permitir".

Por su parte, José Antonio Herce (@_Herce), economista experto en pensiones y fundador de LoRIS, calcula que, "si se cumplen las previsiones de Funcas para este año, el dato de la inflación media anual en noviembre, que es la que se utiliza para revalorizar las pensiones, estaría en torno al 3,35%, lo que equivaldría a un coste de 5.092 millones de euros". Es decir, eso es lo que costaría en 2023 la revalorización de las pensiones.

Para Herce, está claro que "todavía nos quedan bastantes meses de inflación severa. Y el peligro es que esta espiral de inflación se empiece a repercutir en los salarios, en los precios de los alquileres, aumentando las tarifas de los profesionales, encareciendo las de los autónomos, y que algún partido aproveche para presionar con la subida de SMI... Esto sería muy peligroso, pero claro, es difícil resistir cuando se pierde poder adquisitivo"

"Perjudica al pensionista y al sistema"

El economista Pau Monserrat (@pmonserrat), profesor asociado de la UIB y CEO de futurfinances.com (@futurfinances), es rotundo al afirmar que una inflación alta "es perjudicial para los pensionistas. Si la revalorización de sus pagas se indexa a la inflación, no es tan mala a corto plazo, pero a medio y largo plazo implica un riesgo y pone otra vez en cuestión la viabilidad del sistema de pensiones, la financiación de la Seguridad Social".

Según explica Monserrat, las previsiones apuntan a que la escalada inflacionista actual se mantendrá durante buena parte del año 2022, "y tan solo bajará a tasas del 2% en el cuarto trimestre. Esto significa que quedan por delante muchos meses en los que la inflación drenará poder adquisitivo a las pensiones y a los salarios de los trabajadores. Para los jubilados, cuyas pensiones aumentan un 2,5%-3% en 2022, mientras que los precios están disparados por encima del 5,5%, significa que tienen un agujero del 2% en su poder de compra y de consumo".

El impacto de los precios elevados es resaltado asimismo por José Manuel Jiménez (@yimy65), director del Instituto Santalucía, quien realiza un balance de 2021 en materia de pensiones, en el que advierte de que "la evolución del índice de precios al consumo va a ser, claramente, más desfavorable que la contemplada en la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado, lo que supondrá un mayor incremento del gasto en prestaciones, especialmente en pensiones". 

Jiménez asegura que las previsiones de los PGE en materia de pensiones para 2022 "podrían desviarse debido a la incertidumbre existente sobre las proyecciones macroeconómicas y su influencia en el incumplimiento de las previsiones de ingresos por cotizaciones, que presuponen un fuerte crecimiento del empleo y la producción".

Sobre el autor:

Pepa Montero

Pepa Montero

Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).

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