Futuro de las pensiones

Unai Sordo (CCOO): "Hay que replantearse la pensión de viudedad ante los nuevos roles y familias"

FERNANDO ÓNEGA / PEPA MONTERO / MARTA JURADO

Martes 10 de agosto de 2021

9 minutos

Entrevista de Ónega al secretario general de Comisiones Obreras sobre la reforma de las pensiones

Entrevista Unai Sordo (CCOO): "Hay que abrir el debate sobre un cambio en las pensiones de viudedad"
FERNANDO ÓNEGA / PEPA MONTERO / MARTA JURADO

Martes 10 de agosto de 2021

9 minutos

Entrevista a Unai Sordo (Primer parte): "Escrivá dijo lo que pensaba sobre las pensiones del baby boom"

Entrevista a Unai Sordo (Segunda parte): "Hay intereses altísimos para que el sistema público de pensiones proteja menos"

 

Pensiones mínimas, de viudedad y los problemas de inserción de los mayores de 50 años centran la tercera entrega de la entrevista de Fernando Ónega al secretario general de Comisiones Obreras (@CCOO), Unai Sordo (@UnaiSordo) en el plató de televisión de 65YMás. Cuestiones que a menudo no acaparan grandes titulares pero que no por ello dejan de ser importantes. Sordo nos adelanta que subir las mínimas y no contributivas es la "gran prioridad" de cara a la segunda fase de negociación de la futura reforma de las pensiones y opina que es hora de abrir el debate sobre las pensiones de viudedad y de abordar los problemas de inserción laboral de los mayores de 50 años. Deja además un titular interesante sobre el movimiento de pensionistas, y es que, pese a compartir la mayoría de las reivindicaciones, considera un "error estratégico" peticiones como la auditoría de cuentas de la Seguridad Social de algunas plataformas

FERNANDO ÓNEGA.–​ Bajamos al detalle de las pensiones mínimas, que se había prometido que se iban a subir, no lo han hecho este año, ¿veremos esa subida en el año 2022?

UNAI SORDO.– Para nosotros es la prioridad en esta segunda fase de negociación. Es decir, la ampliación del periodo de cálculo, se sacará si lo quiere sacar el Gobierno; el índice de equidad vamos a negociarlo porque nos hemos comprometido a ello y nosotros cumplimos; el desarrollo del RETA; el destope de bases, son temas sobre la mesa…. Pero para nosotros la mejora de las pensiones mínimas y de las no contributivas es el objetivo principal de esta segunda fase de negociación. Nos hubiera gustado adquirir un compromiso en esta primera fase, pero como bien se sabe en todo acuerdo todo el mundo tiene que dejar algún pelo en la gatera y en este caso se han quedado aparcadas. Eso sí, con el compromiso de retomar la negociación sobre las pensiones mínimas, que son manifiestamente mejorables en España. 

"Para nosotros subir las pensiones mínimas es la prioridad en esta segunda fase de negociación, ya que son manifiestamente mejorables"

F. Ó.–​ ​Como veo que usted maneja todos los conceptos.... Le pregunto por la pensión de viudedad.

U. S.– La pensión de viudedad seguramente tiene que tener un cambio en su propia conceptualización. Tiene que seguir siendo una pensión contributiva, pero la pensión de viudedad estaba pensada para un determinado modelo de familia, y para un determinado rol del hombre y la de mujer, en la que en general el hombre trabajaba en la actividad productiva y mercantil, y la mujer no, o en períodos muchos más cortos. Y además era la mujer la que se solía quedar viuda y por tanto estaba pensada para ese modelo.

Yo creo que esto en cierto modo hay que replanteárselo, y es un debate que hay que abrir. Con calma, manteniendo todos los derechos garantizados de las personas que hoy en día cobran pensiones de viudedad, que muchas veces son pensiones muy bajas y susceptibles de ser mejoradas, pero creo que la familia y la sociedad española ha cambiado mucho desde que se concedieron las pensiones de viudedad. Y hoy en día son prestaciones que van a afectar por igual a mujeres que a hombres, que van a tener que dar respuesta a modelos de familia muy diversos, y creo que esto requiere de una reflexión de cierta profundidad. 

"La pensión de viudedad seguramente tiene que tener un cambio en su propia conceptualización"

F. Ó.–​ Terminamos el apartado de pensiones, pero le quería pedir un par de comentarios más. Cuando ve como secretario general de CCOO las protestas de los pensionistas en la calle, que piden mejores pensiones y por otra, más seguras. ¿Usted qué siente?

U. S.– Cuando veo las protestas de pensionistas recuerdo que el primer acto de movilización que tuve cuando llegué a la secretaría general de CCOO, que fue la conclusión de las marchas de los pensionistas, que habíamos iniciado desde diferentes puntos de España, y que confluyeron en la puerta del Sol de Madrid. Fue mi primera intervención en un mitin, al que llegué por cierto con fiebre, y hacía bastante sol. Por tanto, me siento partícipe de esas movilizaciones de pensionistas.

Ahora se han creado varias plataformas de pensionistas, algunas de las cuales siguen planteando alguna movilización más fija o más ocasional, que en algunos casos compartimos algún tipo de reivindicación y en otros casos, no tengo ningún problema en decirlo, no las compartimos. Están haciendo reivindicaciones que ni siquiera corresponde solventar al sistema público de pensiones. Y en ocasiones creo que están haciendo un discurso que acaban retroalimentando esa posición agorera que pretende instalar la idea de la insostenibilidad del sistema de pensiones en el largo plazo y, que creo que de forma involuntaria, están avalando esas posiciones. 

"Hay algunas cosas que comparto con las plataformas de pensionistas y otras que no, como la necesidad de una auditoría a las cuentas de la Seguridad Social"

Insisto hay algunas cosas que comparto y otras que no. Yo por ejemplo no entiendo este empecinamiento con hacer una auditoría a las cuentas de las Seguridad Social. Una cosa es no compartir cómo se ha vaciado el fondo de reserva de la Seguridad Social de forma acelerada porque se tomaron decisiones unilaterales durante el Gobierno de Mariano Rajoy con el fondo de reserva–y nosotros no estábamos de acuerdo con hacerlo así, habría que haber hecho transferencias directas desde los fondos públicos– eso es una cosa.

Y otra es poner en duda cómo se ha utilizado ese fondo de reserva hablando de desfalco, como se está haciendo. Esto es un despropósito. El fondo de reserva se ha utilizado para pagar pensiones. Otra cosa es que se haya hecho de forma acelerada, y que había que haberlo hecho de otro modo. Nosotros ahí somos críticos, pero yo creo que de ahí a hablar de una auditoría de unas cuentas que son públicas, que están publicadas, y conocidas por cualquiera que las quiera buscar, solo incide en el descrédito del sistema público y en general de lo público. Me parece un error estratégico bastante importante, pero bueno, cada uno dice lo que quiere...

F. Ó.–​​ Hablando del tema de la edad, yo hay una cosa que no acabo de entender bien. La gente que se queda en paro a los 50 años tiene problemas de colocación. Al mismo tiempo se invita y se fuerza a una jubilación a los 67 años. ¿Cómo se consigue el milagro de que converjan estas dos realidades?

U. S.– Bueno, yo primero aclararía que la edad ordinaria de jubilación en España sigue estando en los 65 años. Hay varias edades ordinarias que dependen de las carreras de cotización, pero las personas que tienen más de 38,5 años cotizados, se pueden jubilar a los 65 años. De hecho, la mayoría de las personas en nuestro país, a día de hoy, se siguen jubilando a esta edad. Pero lo que plantea la pregunta es totalmente consecuente. 

Nosotros tenemos un problema en el mercado laboral que no pueden resolver las pensiones. Yo creo que es bueno pedirle al sistema de pensiones que resuelva sus propios problemas, pero éste no puede resolver las deficiencias estructurales que tiene el modelo laboral español, con altas tasas de paro, altas tasas de temporalidad y precariedad sobre todo en las primeras edades de trabajo, y tiene un problema de inserción laboral enorme, de las personas a partir de los 50 años, que en los términos de vida actual se dice pronto en los términos de vida actual.

"El problema de inserción de los mayores de 55 años en el mercado laboral es muy gordo, es un problema de primer orden"

Yo tengo 48 para 49 años. Es muy gordo que a partir de los 50 años haya los problemas de inserción laboral que hay en España, sobre todo cuando hay muchas grandes empresas que tienen una tendencia a destruir empleo y hacer EREs para sacar a esta gente de sus empresas cuando tienen 52, 54 o 55 años. Se pierde un capital humano enorme. 

Pero claro, son prácticas que tienen grupos empresariales muy importantes, del sector financiero por ejemplo y con el que nos toca vivir los sindicatos. A veces se nos critica por negociarlos, pero los EREs los plantean las empresas... A nosotros nos toca lidiar con esa situación, intentar minimizar el impacto para que no haya bajas obligatorias sino que en todo caso sean voluntarias o incentivadas. Y el sistema de recolocación y de reinserción falla en este país, porque las empresas tienen una cultura muy asentada de no contratar gente a partir de según qué edades. A mi me parece un problema social de primer orden. 

F. Ó.–​ Hay quien sostiene que el tramo de edad más difícil está entre los 55 y 65 años. El que tiene la desgracia de perder el empleo a los 55 años, que ni se puede jubilar, ni puede tener un salario, se encuentra con una situación dramática. Claro, combatir eso, yo no sé cómo se hace.

U. S.– Bueno, insisto en que se juntan muchos problemas. Una determinada cultura empresarial, un cierto desprecio por el conocimiento y por la experiencia. Y esto es preocupante. Yo creo que tiene que ver también con el perfil de empresas que a veces tenemos y con el poco valor de la propia experiencia y luego con las tasas de desempleo general. Es que en España incluso cuando no estamos en crisis tenemos tasa de paro que son desproporcionadas respecto a otros países europeos.

Luego se segmenta el problema del paro de larga duración de los mayores de 55 años, el problema del paro juvenil… Pero lo que subyace es algo tan sencillo y a la vez tan grave y tan complejo como que el aparato productivo en España no genera los suficientes empleos como para cubrir la demanda de trabajo que genera nuestro país. Es así de simple y de bruto a la vez.

Accede aquí a la entrevista completa de Fernando Ónega a Unai Sordo

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