Los cineastas Isaki Lacuesta y Elena Molina han dirigido el documental Flores para Antonio, una producción que sigue el proceso "sanador" de la primogénita del cantante Alba Flores y de toda la familia que, según el cineasta, fue pionera porque "vivían las redes sociales antes de que existieran".
Así lo ha asegurado Isaki Lacuesta en una entrevista conjunta con Elena Molina con Europa Press, con motivo del estreno en cines este viernes del documental. "A diferencia de la mayoría de los documentales, aquí el material sobraba porque se anticiparon a vivir en esta época de las redes sociales antes de que existiera", ha reiterado el cineasta.
Ambos realizadores han destacado la "generosidad" con la que la familia Flores se ha abierto para el proyecto, especialmente Alba Flores, que se acerca a su padre al preguntar por primera vez a sus tías Rosario y Lola sobre él. "Cuando se proyectó la película en San Sebastián y la familia la vio por primera vez fue una noche muy emocionante y todo este tema se les sigue removiendo", ha señalado Isaki Lacuesta.
El realizador confiesa que cree que la familia Flores ha accedido a este documental para Alba Flores, una niña que, como explican, "no puede cantar porque ha perdido la voz". "Al final, la película va de una niña, cuyo padre se ha ido, que necesita abrir conversaciones pendientes para recuperar la voz", ha detallado Elena Molina.
En este sentido, Isaki Lacuesta ensalza a Alba Flores por su apertura con el público al que anima a formar parte de esta familia. "Alba se ha explicado a sí misma en contacto con el público, algo que es muy propio de los Flores. Han crecido confrontándose con el público todo el rato", señala el cineasta.
El peso del apellido Flores
En el documental, se recogen algunas actuaciones en televisión de Antonio Flores, Lola Flores o secuencias inéditas y privadas de la familia, además de mostrar la lucha del cantante contra el "show business". "Podemos ver cómo le costó encontrar su sitio por ser hijo de Lola Flores. Para él fue muy difícil desmarcarse del apellido y encontrar su propia voz", asevera Molina.
La producción recoge dos grandes bloques de archivos: el familiar y el público. El primero de ellos son imágenes, vídeos, dibujos o maquetas de Antonio Flores, mientras que el segundo se compone de apariciones de toda la familia en los medios de comunicación, como cuando Antonio Flores hablaba abiertamente de sus adicciones.
"Es muy impactante porque, entre otras cosas, él hablaba con transparencia de sus adicciones, de sus problemas en la mili, de su historia sentimental, de sus miedos y alegrías", afirma Lacuesta, que ha recordado que él aprendió a tocar la guitarra con la canción 'Siete vidas' y 'Con la espina', de Antonio Flores, y destaca que ha podido conocer "toda la parte anterior de Antonio" al estar cerca de los Flores.

Por su parte, Elena Molina ha revelado una anécdota familiar por su 'parecido' con Rosario Flores. "Para mi el disco de 'El Gato' fue clave porque mi tía me preparaba para ir a 'Lluvia de estrellas' a cantar y bailar canciones de ese disco por tener el pelo rizado y largo", ha relatado.
No obstante, la parte que más conocía de Antonio Flores era su mítico 'No dudaría'. "Era una especie de himno leyendo que tocábamos con la guitarra en las manifestaciones del 'No a la guerra'", ha señalado.
Por último, ambos han elogiado de Antonio Flores su "capacidad" de estar "súper conectado" con el momento que estaba viviendo y su "sensibilidad" con el mundo. "Creo que era una persona muy vital y tenía muchas ganas de transformar el mundo, de mejorar y de entender todo", dice Molina, que resalta que "muy visionario" con el ecologismo. "Como dice Lolita le dolía el mundo", subraya.
En el caso de Isaki Lacuesta, el realizador preferiría "colarse" en la habitación de Antonio Flores y verle componer. "Una de las cosas que más me emocione es ver en sus archivos cómo trabaja con Rosario, un momento en el que descubren su lenguaje propio en la música", detalla.




