
Rafael Reig recuerda a Almudena Grandes: "Me enseñó a vivir como si mi vida fuera extraordinaria"
El novelista ha publicado 'Lo que sé de Almudena'

Amigo y compañero de profesión, Rafael Reig se ha embarcado en la ardua tarea de recoger en unas páginas la personalidad y la esencia de Almudena Grandes. La madrileña, fallecida en 2021, no solo dejó un legado en forma de novelas y artículos, sino también una forma de ver el mundo que se caracterizaba por la alegría como forma de resistencia, como han recordado en varias ocasiones las personas más cercanas a la escritora.
Reig ha querido recoger en un libro todo Lo que sé de Almudena, para que sus lectores puedan conocer la faceta más desconocida de Grandes. El escritor confiesa que la idea de escribir este libro surge haciendo lo que mejor se le da: escribiendo. "A mí las ideas solo se me ocurren escribiendo, es casi la única forma (y la más afilada) que tengo para pensar. Tampoco soy capaz de pensamiento abstracto, cuento cosas, no tengo ideas, así que algunos amigos me preguntaban, tras su muerte, cómo era Almudena, y yo les contaba cualquier cosa que me había pasado con ella, así comencé a escribir", nos explica en una entrevista a este medio.
Escribir sobre una gran amiga que ha fallecido puede parecer una tarea complicada, pero Reig nos confiesa que la parte más difícil ha sido "descartar muchas cosas que no venían a cuento. Pero lo que más esfuerzo lleva siempre es encontrar el tono, la voz, inventar al que dice “yo” y cuenta algo, inventar cómo lo relata, desde dónde, y para quién y por qué", asegura.
Con las ideas claras, Reig se aventuró a compartir con personas que tanto Almudena como Rafael tenían en común y "me dijo que al leerlo, ese momento tan corriente, lo revivía como si ya fuera algo extraordinario. Eso es lo que a mí me enseñó Almudena, a vivir mi propia vida como si fuera extraordinaria. Cada día, cada chato de vino o cada sonrisa de alguien desconocido son una piedra preciosa y hay que vivir con entusiasmo y alegría. Y esa enseñanza es la que quiero transmitir a quien lea, y contarse uno mismo para convertir la propia vida, tan anodina, en algo único, valioso, irrepetible, un auténtico tesoro", comenta el escritor.
"Ella no hacía nada si no podía hacerlo con entusiasmo"
Con Almudena Grandes tan presente en este libro, la pregunta es casi obligatoria: ¿le hubiera gustado que escribieran sobre ella? Reig quiere "pensar que sí, como es natural, pero de una cosa estoy seguro: si no le hubiera gustado, lo habría dejado a las pocas páginas, porque ella no hacía nada si no podía hacerlo con entusiasmo. No perdía el tiempo, todo lo que hacía, por sencillo y cotidiano que fuera, lo hacía como si fuera lo más divertido e importante del mundo. Es una cuestión de carácter, eso de ser partidario de la felicidad", nos asegura.
Su amigo y compañero de profesión cree que a la escritora le gustaría ser recordada por sus libros y por todas estas enseñanzas que Reig ha comentado a lo largo de la entrevista: "Solo se tiene lo que se da. A mí me dio muchas cosas, y sobre todo alegría y entusiasmo, y creo que le gustaría ser recordada por eso".
Y esa alegría es lo que quiere Reig que los lectores encuentren en este libro: "Ganas de hacer cosas con alegría. Aunque sea siempre lo que Miguel Hernández decía: “sonreír con la alegre tristeza del olivo”. Y que, en cuanto tenga un rato, volviera a leer ese poema de Miguel y una novela de Almudena".
Precisamente, si Reig tuviera que volver a leer a su amiga, elegiría el que para él es su libro favorito: "El primero que ella escribió y el primero que leí, Las edades de Lulú. Ahí está el proyecto literario de Almudena: escribir con el lenguaje llano y expresivo, el callejero “castellano derecho” que decía Alfonso X, el que usaban los clásicos, de Lazarillo a Galdós, y escribir sobre la realidad que compartimos todos", concluye su amigo y lector.