Miércoles 14 de junio de 2023
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Próximamente, el día 15 de junio volveremos a poner en el foco el abuso y el maltrato a las personas mayores, por ser la fecha oficial que la Organización de Naciones Unidas eligió para sensibilizar y denunciar sobre esta crueldad realidad. Aprovechando esta ocasión, me gustaría darle la vuelta para hablar del buen trato, que en mi caso, catorce mujeres y hombres, nietos y bisnietas me dispensan. Cada uno a su manera, y marcado por sus únicas personalidades.
Desde mi posición en la vida como abuela longeva, creo que no hay mayor demostración de que la vida sigue cuando les veo hacerse mayores y tomar sus decisiones. La relación de abuelas y nietos queda grabada en nuestros corazones. Mi relación con ellos y ellas es cariñosa, cercana y de mucha comunicación y complicidad. Me rejuvenecen, me dan tranquilidad. Son un soplo refrescante para los que tenemos la suerte de ser agasajados con su presencia, que en algunos casos tiene que ser virtual, porque no están en mi ciudad, Bogotá (Colombia).
Es verdad que las generaciones aprendemos en base a la relación. A mi me han hecho abrir la mente, y ellos conmigo han abandonado sus preocupaciones, al mismo tiempo, que sin saberlo, han dado sentido a su vida. Y esto ha sido recíproco.
Los abuelos son fuente de amor incondicional para sus nietos, y los nietos son fuente de satisfacción para los abuelos. Los abuelos somos un importante soporte emocional. Muchas veces somos el puente entre padres e hijos, mediadores.
Los abuelos son grandes transmisores de experiencias, historias, anécdotas y conocimientos. Sus historias son agradables; tienen madurez y sabiduría. Acompañan a sus nietos en su proceso de crecimiento y desarrollo para que logren la construcción de su autoestima, creatividad y solidaridad. Les transmiten valores que son pilares para su vida. Les ayudan a formar su identidad, a convivir con los demás y a enfrentar las adversidades. Les enseñan la gratitud que se aprende y es esencial. Los abuelos son fuente de apoyo en la educación de los nietos; les brindan protección, confianza y seguridad. Así quiero que me recuerden los míos. No puedo pedirles más. Vuestra abuela os agradece el buen trato que me dais.