Quieren silenciar al movimiento pensionista

El pasado 18 de junio, el movimiento pensionista de Madrid sufrió un episodio de represión. Desde hace más de un año venimos padeciendo una persecución que no cesa, una constante limitación de nuestro derecho a manifestarnos pacíficamente, como llevamos haciendo desde hace seis años.

Nuestras concentraciones, siempre frente al Congreso y de forma pacífica, se han centrado en la reivindicación de pensiones públicas dignas. También hemos denunciado los graves problemas de la sanidad pública, la vivienda inalcanzable para los jóvenes, la pobreza creciente y el aumento de gasto militar frente al abandono de las infraestructuras y derechos sociales. Lo hemos hecho en la calle, todos los lunes en Sol y los miércoles frente al Congreso, en una lucha sin precedentes en todo el Estado.

Desde hace más de un año, la Delegación de Gobierno nos deniega el permiso para concentrarnos frente al Congreso. A pesar de nuestras peticiones y explicaciones, no hemos recibido respuesta. En su lugar, nos imponen un recorrido desde Sol hasta la Carrera de San Jerónimo, donde nos cercan con vallas que impiden acercarnos al Congreso. Cada miércoles, el espacio es más reducido y la sensación de estar enjaulados más evidente. La provocación es constante.

El 18 de junio esta acción se agravó. Las fuerzas de seguridad hicieron uso abusivo del poder: nos sacaron de la sombra, alegando que tapábamos la puerta de un hotel, en plena ola de calor con 35 °C. Impidieron que se leyeran con normalidad los manifiestos, interrumpiendo, riéndose, e intentando desmoralizar a nuestros compañeros y compañeras, especialmente a quienes, a pesar de su edad, aguantaban el calor y sostenían las pancartas delante de ellos.

Algunas compañeras cantaron consignas dirigiéndose a ellos por su actitud. Fue entonces cuando un compañero que vino a ver qué pasaba, fue agarrado con violencia, empujado detrás de las vallas y agredido sin motivo. Otro compañero intentó ayudarlo y fue expulsado fuera de las vallas. Al otro lado, casi pegado a los que estaban padeciendo este altercado, apareció un agitador de ultraderecha que ya conocemos y que suele provocarnos. La policía, en lugar de apartarlo, protegió su actuación.

La mañana terminó con el compañero herido y visitando el centro de salud, con parte de lesiones, y presentando una denuncia contra el agente que lo agredió.

Sentimos indignación e impotencia ante esta agresividad policial. Exigimos explicaciones a la Delegación de Gobierno: ¿por qué se permite manifestarse libremente a Vox, PP o Manos Limpias frente al Congreso, y se persigue al movimiento pensionista?

"Molestamos porque estamos haciendo las cosas bien"

Quizás —y solo quizás— la respuesta sea esta: que molestamos porque estamos haciendo las cosas bien.

Las organizaciones pensionistas de todo el Estado nos solidarizamos con las y los pensionistas de Madrid. Reiteramos nuestra firme decisión de mantener las movilizaciones y denuncias, y de seguir ampliando nuestras acciones con más fuerza, más unidad y más determinación. Asimismo, exigimos la eliminación de la Ley Mordaza, para que hechos como este no vuelvan a ocurrir.

Por último, hacemos un llamamiento, para que se acuda de forma masiva, a la manifestación que tendrá lugar el 25 de octubre a las 12 de la mañana desde Atocha a Sol, para defender las pensiones y los servicios públicos.

¡Ni represión, ni silencio! ¡Defender las pensiones públicas y los derechos sociales no puede ser delito!

¡Gobierne quien gobierne, las pensiones públicas y los derechos se defienden!

COESPE (Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones)

EHPM (Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria)

MADPP (Movimiento Andaluz en Defensa das Pensións Públicas)

MODEPEN (Movemento Galego en Defensa das Pensións e os Servizos Públicos)

UNIDAD COESPE (Coordinadora Estatal de Pensionistas)

Plataformas de pensionistas de Badajoz y Móstoles...

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