Ángel Bernaldo de Quirós
Opinión

Cuaderno de a bordo día 11: Ericeira-Cascáis

Ángel Bernaldo de Quirós

Lunes 24 de julio de 2023

6 minutos

Cuaderno de a bordo día 11: Ericeira -Cascáis

Lunes 24 de julio de 2023

6 minutos

Cuaderno de bitácora día 11: Ericeira -Cascáis 

18/07/23

Las noches fondeando tienen su encanto, pero no hay que olvidar que tienen su parte peligrosa, siempre tienes que estar en guardia por lo que pueda pasar y esto viene a cuento por lo que me paso en Cascáis , que contaré a continuación, pero antes como me ha ido de Ericeira a Cascáis….

Llevo anclas de Ericeira a las 11:00 horas de la mañana. Me da un poco la tabarra el ancla, se ha enganchado con algo y fuerzo un par de veces la cadena, pero no con el molinete que la sube, sino empujando la cadena con la proa del barco a ver si así desenroca. Lo logro tras tres tirones fuertes.

Para variar a la mañana no hay viento suficiente, así que optó por ir pegado a la costa y disfrutar de sus acantilados y paisajes. Ya casi me estoy arrepintiendo de haber quitado mi capacidad de trasporte de combustible. Si recordáis cambie el depósito grande de combustible, 55 litros por capacidad para meter unos 80 litros de agua más. Esto me supone ir rellenando el depósito de 10 litros de gasolina del fueraborda más frecuentemente, lo que supone ir a proa coger un bidón de 20lt y así cada vez que necesito llenar el depósito. También es verdad que funcionar así me hace ser más consciente del uso de combustible. 

Recorro una costa que ya conozco en mis recorridos por Portugal buscando spots de windsurf. 

Ayer pasé por Nazaret y me gustaría contaros por qué en Nazaret hay esas olas monstruosas de más de 20 metros en algunas ocasiones. Justo enfrente de esta playa hay un cañón submarino de gran profundidad que desemboca en la playa. Suele pasar en invierno, cuando coinciden el mar de fondo con la dirección del cañón, las olas entran por ese cañón creando unas condiciones espectaculares. ¿Por qué suben tanto y tan altas? Pues pasan de 300 mt de profundidad a 20 metros. Os imagináis la barbaridad de pared de ola que se levanta. A mí se me ponen de corbata cuando veo a esos locos surferos que vienen de todo el mundo a meterse a pillar esos “picos” nunca mejor dicho. 

Yo sigo a motor camino de cabo Roca. Al acercarme al cabo ha subido el viento a 12 nudos y la mayor ya está en todo lo alto, muy suavecito pero avanzo paulatinamente. Según paso el faro de Cabo da Roca el viento sube de repente, parezco nuevo, casi siempre al pasar un cabo el viento arrecia. De primero de PER (Patron Embarcación de Recreo). El caso es que estoy con todo metido y 18 nudos a rizar. El primero lo aprieto fuerte y vuelvo a subir la mayor. Me acerco a la costa a ver si baja un poco. Pues no sigue subiendo.

Las surfeadas de olas pasan los 11 nudos de velocidad. Alicia cruje y me dice que meta otro rizo. Esta vez no es tan sencillo. No consigo meter el segundo rizo al ponerme proa al viento y tengo las velas por fuera del lazzibag ( funda donde caen las velas al bajar del mástil ). Los sables flexionados al máximo y el cata totalmente paralelo a las olas (eso no debe pasar nunca) Alicia escora por babor y oigo caer cosas desde cubierta. 

Bajo motor arranco y proa al viento, lo que no es fácil cuando la botabara está suelta y las velas tirando en sentido contrario al giro de los timones.  Me voy al mástil e intento meter el puto rizo. Después de luchar con él lo consigo. El cata está atravesado al oleaje de nuevo y con las velas tirando también. 

En estos momentos es cuando echas de menos algo de ayuda, el piloto automático no puede hacerse con el barco y traslucho. Me cago en la leche, la botabara da un hostión al cambiar de amura. Joder como me lo estoy pasado. 

De nuevo en la bañera coloco el cata al viento. Piloto y tratar de subir lo que queda de mayor. Por fin coño, ya está. A la bañera a poner el cata en un rumbo de aleta para cazar el foque y la mayor sin demasiada carga de viento. Me cago en la p…Casi traslucho de nuevo. 

Estoy bajando una ola a 12 nudos. Corrijo, piloto automático de nuevo y poner un rumbo deseado. Todo esto ha sido de camino hacia alta mar. La tontería son 29 nudos de real y aparente de 24-25. Vuelvo a virar para salir de este puto infierno. Debería meter un rizo más pero en pocas millas estare a refugio del cabo Raso y esa zona estará desventa.

Tras 1/2 hora de navegación a saco el cabo hace su función y rápidamente bajo de 26 a 16 nudos de viento. Ya a refugio del cabo Raso pongo proa hacia Cascáis. Tampoco me acerco demasiado a la costa para no quedar sin viento. Hace tiempo que estuve en esta ciudad, pero acercarse a ella desde el mar solo la hace más bonita. 

El espigón que tengo a babor pertenece al club náutico de Cascáis, pero mi intención es fondear en la bahía. Cuál es mi sorpresa al comprobar que sopla fuerte y racheado. No está tan protegida como pensaba. Pues ala, antes de que anochezca me voy a buscar un buen lugar para largar el ancla. Primer intento fallido, me he acercado mucho a la orilla y el ancla garrea. Tras soltar un buen tramo de cadena sigo sin enganchar. 

El segundo intento va de libro. Proa al viento, y a esperar a que el cata se pare y largar rápido, ancla y cadena. Tras unos metros notó como el ancla se fija en el fondo y pone la proa al viento. Una vez que se coloca el cata suelto de nuevo más cadena, tengo 40 metros y estoy fondeando a 4 así que con 15 metros debería ser más que de sobra. 

Tomo mis puntos de referencia y espero un rato antes de apagar el motor. Ya se ha hecho de noche y enciendo la luz de fondeo. Coloco la alarma de garreo del ancla en el plotter y apagó el resto de los instrumentos, a saber el piloto automático y el dispositivo multifunción donde van, anemómetro, sonda, temperatura del agua, etc.. Guardo la vela en el lazzibag y coloco en la cadena un cabo para proteger el molinete y que los dos patines tiren a la vez.

Mientras ceno oigo las fuertes rachas de viento que soplan. Verás qué noche voy a pasar.

He venido a Cascáis porque he decidido devolver el hidrogenerador un Remoran que se me estaba oxidando. El fabricante dice que algo de corrosión electrolítica le está afectando. Joder si mi barco es de fibra y con un fuera borda de 20 cv que coño de corrosión hasta mis depósitos de gasolina y agua son de plástico.  Me dicen que en puerto no debe estar en el agua, alucino porque puede afectarle la corrosión de otras embarcaciones de metal. Hasta en eso no tienen razón, porque lo he quitado por la noche por miedo a los amigos de lo ajeno, ya que desmontarlo es muy fácil. Bueno, el caso es que para allí ha ido. A ver si me devuelven la pasta que me costó. Ya buscaré una solución en Canarias.

Me despierto con el sonido de la alarma del plotter me levanto de la cama y voy a ver que pasa.. He derivado y bastante. No me hace falta mirar mis referencias, me he acercado mucho a las embarcaciones que tengo por popa. Ha debido de estar soñando un buen rato, el fuerte viento ha tapado el sonido de la alarma. 

Son las 4 de la madrugada y he salido medio vestido para la ocasión, eso lo pagaré más tarde. Vuelta a empezar: arranco motor, izó ancla y vuelvo a colocarme en una buena posición para fondear, esta vez he soltado 25 metros de cadena.

Estos primeros días parece que todo se me tuerce. Llego a la cama tiritando, debería de haberme abrigado mejor, para ser julio hace frío. Caigo rendido al sobre, mañana será otro día.

Continuará…

Sobre el autor:

Ángel Bernaldo de Quirós

Ángel Bernaldo de Quirós

Ángel Bernaldo de Quirós es un empresario jubilado de 62 años que ha decidido dar la vuelta al mundo en solitario a bordo de su catamarán.

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