Manuel Ferrer
Opinión

Si hay solución, ¿por qué conformarse con el problema?

Manuel Ferrer

Martes 11 de octubre de 2022

4 minutos

Las farmacias gallegas podrán suministrar sistemas personalizados de dosificación de medicamentos. Foto: Europa Press

Martes 11 de octubre de 2022

4 minutos

Que los ciudadanos se tomen mal la medicación le cuesta a Europa 125.000 millones de euros al año y 200.000 muertes prematuras. La OMS señala que, de media, el 50% de las personas no siguen correctamente la prescripción médica. Son datos escalofriantes que merecen atención y soluciones. En el caso de las personas dependientes, a esta cuestión deben sumarse las dificultades de accesibilidad a la medicación. En estos casos, gracias a la capilaridad de la red de farmacias en España, la pervivencia de estructuras familiares y relaciones sociales, o con la ayuda de servicios sociales, el problema de la recogida de medicación en la farmacia se solventa de múltiples maneras, pero no de forma sistematizada y profesional.

La medición de la adherencia exige seguimiento individualizado de cada persona y su medicación. También son cada vez más las personas mayores dependientes i/o polimedicadas que, en una sociedad que tiende a la soledad y al aislamiento, tienen dificultades para acceder fácilmente a sus medicamentos sin tener que movilizar la red de familiares o amigos. 

En este marco de necesidades no resueltas es en el que se enmarca el proyecto HelpMeds, una iniciativa de vocación social que tiene como objetivo recoger gratuitamente la medicación de las personas dependientes y polimedicadas en las farmacias de proximidad y entregarlas en el domicilio del ciudadano. Todo sin coste alguno para el usuario.

Nuestra labor no es medir la adherencia a la medicación. Pero sí podemos ayudar al farmacéutico a que esa responsabilidad sea más fácil para él. Particularmente si dependientes y polimedicados piden al recibir sus medicamentos en formato SPD (sistema personalizado de dosificación). Eso es así porque cada vez que entregamos un pastillero en un domicilio, recogemos el anterior y lo devolvemos a la oficina de farmacia. De ese modo, para el farmacéutico es muy fácil hacer el seguimiento de la adherencia.

Desde el nacimiento de HelpMeds hemos tenido que hacer frente a algunos malentendidos, cuando no manipulaciones, que han hecho que algunos entes asociativos –particularmente algunos colegios de farmacéuticos y algunas instituciones empujadas por los primeros– tomasen medidas para perjudicar y entorpecer la implantación de HelpMeds en diversas ciudades españolas.

Hay que aclarar que HelpMeds no es una empresa de delivery de medicamentos ni una plataforma tecnológica. Eso sería ilegal, afortunadamente añadiríamos nosotros. Sabemos que el medicamento no es una mercancía. Y estamos obsesionados con el cumplimiento de la normativa. Tampoco el usuario contacta con nosotros de manera anónima a través de la red. Son personas de su confianza quienes les han explicado nuestro servicio: profesionales de los servicios sociales, asociaciones de pacientes, compañías de seguros, empresas de atención domiciliaria, etc.  

Cuando un profesional formado de nuestra empresa recoge la medicación de un ciudadano en una farmacia de proximidad, es legalmente como si lo hiciera el propio usuario, puesto que éste nos ha autorizado a actuar en su nombre y representación. Además, es absolutamente necesario que haya un primer encuentro presencial entre el paciente y farmacéutico, para intercambiar toda la información necesaria entre ellos y no perder jamás ese vínculo.

Otra de las acusaciones injustificadas es la de dirigismo. De desviar la medicación de nuestros clientes a unas farmacias determinadas en detrimento de otras. El proyecto HelpMeds está abierto a cualquier oficina de farmacia que desee colaborar en el proyecto social puesto en marcha. No hay obligación, pero desde luego lo que no hay es marginación alguna a ninguna farmacia. Es el propio usuario quien escoge a qué farmacia debemos acudir entre las que se han asociado al proyecto HelpMeds. Creemos firmemente en la bondad del sistema de farmacias de España y en su capilaridad. 

En este momento algunas iniciativas legislativas, como la de la Asamblea de Madrid, empiezan a mover algunas cuestiones en torno a la posibilidad de que los ciudadanos reciban la medicación en su domicilio a través de las oficinas de farmacia. Es un buen camino porque se trata de un servicio necesario y que respeta la propia voluntad del ciudadano, que es a lo que debe tender cualquier iniciativa legislativa que confíe en su población. Esta iniciativa de la comunidad madrileña, además, lucha contra el delivery de los medicamentos pero es perfectamente compatible con un proyecto como el nuestro, en el que actuamos en representación legal del paciente.

HelpMeds forma parte de la solución a problemas reales que hasta el momento no la tenían. Y lo hace desde un firme compromiso con la sociedad y las personas. También desde el reconocimiento y respeto a la labor de todos y cada uno de los farmacéuticos españoles.

Es en este marco de respeto a ellos y a la legalidad que nuestros servicios están a disposición de las personas dependientes y polimedicadas, y también de sus familias. No basta con decir que ellos son la prioridad, hay que demostrarlo. Y nuestro servicio gratuito y de acceso universal es la mejor manera de hacerlo.

Sobre el autor:

Manuel Ferrer

Manuel Ferrer

Manuel Ferrer es consejero delegado de HelpMeds.

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