Carmen de Grado
Opinión

Vemos afuera lo que tenemos dentro: lo interno y el entorno

Carmen de Grado

Foto: 'La tentativa imposible', 1928, Magritte

Miércoles 10 de abril de 2024

3 minutos

Vemos afuera lo que tenemos dentro: lo interno y el entorno

Foto: 'La tentativa imposible', 1928, Magritte

Miércoles 10 de abril de 2024

3 minutos

Escucha el artículo en audio

 

Enormes diferencias en las expresiones del arte aparecen en el siglo XX, también la ruptura respecto de la definición de qué es el arte a partir de la introducción de un 'artefacto', ready made, en el gran museo del mundo presentada por Duchamp, 1914. Sin embargo, hay un fundamento común a toda obra artística de la manifestación que fuere. 

El arte tiene su fundamento en unas condiciones básicas e indispensables para convertirnos en humanos, un largo vínculo prenatal y otro posterior al nacimiento, que surge de que somos extremadamente prematuros al nacer y necesitamos de otro para completar nuestro sistema nervioso. Tener idea del mundo en que vivimos a pesar de las enormes diferencias entre culturas y tiempos significa una conciencia histórica, un pensar reflexivo para el que estuvimos preparándonos desde los inicios de nuestra vida personal cuando empezamos a configurar la vivencia de nuestro propio cuerpo físico como uno y nuestro. Contribuye también un muy prolongado tiempo anterior de los ancestros y la especie. Es tarea humana la de encontrar lo común en lo diferente, aprender a ver todo junto en lo uno.

La unidad será fundamental en la constitución del sujeto. El bebé pasará de ser uno con la madre (o quien así funcione) a ser él mismo, con un cuerpo físico y una identidad que le son propios. Que esto suceda es el resultado de múltiples situaciones de unidad y separación, de simbiosis y diferenciación. 

Los aportes del psicoanálisis respecto del sujeto y la realidad explican que el objeto real proviene de afuera desde nuestro punto de vista, pero también es aquello que él sujeto produce. También es subjetivo. Esta obra de Magritte que ilustra el artículo representa claramente esto.

El sujeto produce el objeto porque en su estructura cerebral hay formas a priori que así lo propician, formas que coinciden con las reales, con las del ambiente. El ambiente es entonces internalizado, es absorbido y es componente estructural de las neuronas del cerebro. Podemos decir que ¨respira ambiente¨. Del complejísimo caudal genético que heredamos se activará aquello necesario para lo que su particular ambiente requiere.

El otro es diferente a mí, pero también aquel que renueva la ilusión de estar unidos, de ser uno como fuimos desde los inicios de la vida uterina. Al advertir la pérdida, el descubrimiento de que yo y el otro estamos efectivamente separados se inicia una búsqueda de representación que sólo se podrá lograr mediante el juego, esto es, la exploración sensorio-emocional-motriz del vínculo con el otro. Los momentos de ilusión volverán para pasar por sucesivas desilusiones y creaciones. Estamos necesariamente llevados a crear mundos. Así lo hace Magritte en esta obra mostrándonos que 'ella', la mujer, es parte esencial de su mundo y que como dice el título de su obra, intentará representarla, aún cuando algo de la realidad se le escape.

El mayor, que ha envejecido con cierta sabiduría y ha aprendido de sus experiencias, sabe que el vínculo con los otros y con el mundo es siempre una conquista, una situación a descubrir que requiere de él un aprendizaje y un nuevo intento. Sabe también que el conocimiento y buena relación con su interioridad es el mejor camino para ello. Sabe de una cierta coincidencia entre lo interno y el entorno.

Sobre el autor:

Carmen de Grado

Carmen de Grado

Carmen de Grado es Licenciada en Psicología, Máster en Psicogerontología, ex docente en la Universidad Maimónides de Buenos Aires (Argentina) y actualmente en el Instituto Iberoamericano de Ciencias del Envejecimiento (INICIEN).

… saber más sobre el autor