Carmen de Grado
Opinión

El Partenón, metáfora del curso de la vida

Carmen de Grado

Viernes 22 de septiembre de 2023

2 minutos

El Partenón, metáfora del curso de la vida

Viernes 22 de septiembre de 2023

2 minutos

El Partenón de Atenas, con su frontón triangular en la parte alta, las columnas y la escalinata en su base, marca cuestiones que serán fundacionales y repetidas o recreadas en arquitectura y también en la concepción del hombre, su mundo y el curso de la vida. 

Este edificio creado en el siglo V a.C. dará lugar a muchísimos otros que reiteran sus formas esenciales y las recrean. 

Incluyo aquí dos de la innumerables edificios donde se puede observar la recreación que se realiza de ese templo griego tan significativo para la cultura occidental.

 

Partenón de Nashville, Tennessee, Estados Unidos

Partenón de Nashville, Tennessee, Estados Unidos

 

Biblioteca Nacional

Biblioteca Nacional de España 

 

Su esquema esencial es tan recurrente que se convirtió en icono de museos o lugares de la cultura.

Para relacionarlo con el curso de la vida expresaré solamente algunas ideas centrales, segura de que el lector querrá completarlas. Explican por qué su esquema persiste a lo largo de casi tres mil años.

Hay tres elementos a considerar: 

1. El basamento. La escalinata marca en sentido ascendente el comienzo de un desarrollo, esa tendencia hacia arriba, necesaria en toda construcción. La podemos ver como representativa del desenvolvimiento y crecimiento en épocas tempranas. 

2. El desarrollo. Está marcado por las columnas creadoras de un espacio interior sacro, de oración e itinerante, con accesos para la circulación donde se produce la interacción. Son sostenedoras del remate de la construcción. Las columnas tienen a su vez tres elementos que implican una base, un desarrollo expresado en el fuste y un remate o capitel.

3. El remate. Con una forma llena de simbolismo, como es el triángulo caracterizado por un lado largo sobre el que se apoyan los otros dos formando un vértice, constituye la parte más elevada y central del templo. Representativo de la madurez en el curso de la vida, contribuye a definir una fachada simétrica, buscadora de equilibrio y armonía, destacada también por sus alto-relieves referidos a las historias del lugar.

El Partenón es pues síntesis y símbolo del curso de la vida, también del ser humano de todos los tiempos y de un mundo en el que la humanidad se irá proyectando y definiendo.

Sobre el autor:

Carmen de Grado

Carmen de Grado

Carmen de Grado es Licenciada en Psicología, Máster en Psicogerontología, ex docente en la Universidad Maimónides de Buenos Aires (Argentina) y actualmente en el Instituto Iberoamericano de Ciencias del Envejecimiento (INICIEN).

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