¿Qué hacer, y qué no, si se te rompe un termómetro de mercurio en casa?

Desde 2009, ya no se fabrican ni se venden termómetros de mercurio en la Unión Europea, sin embargo, es posible que algunas personas sigan contando con uno en sus casas, ya que en este caso podrían seguir utilizándolo. El problema viene cuando estos termómetros se rompen y el mercurio se libera, y es que se trata de un elemento tóxico que puede llegar a contaminar el entorno, incluso los alimentos. 

Al no degradarse, los restos de mercurio que se esparzan por el suelo o cualquier otra superficie puede poner en riesgo nuestra salud, sobre todo en dosis elevadas, ya sea que lo toquemos, lo consumamos o lo inhalemos. En concreto, la dosis que contienen los termómetros es pequeña, pero eso no significa que debamos ignorar el riesgo que supone igualmente, recordaban desde la Organización de Consumidores y Usuarios (@consumidores). 

Si queremos deshacernos de él, es muy importante no tirarlo a la basura, ya que podría acabar en el mar y afectar a los peces, sino que deberemos llevarlo al punto limpio. Pero, ¿qué pasa si se nos rompe el termómetro de mercurio?

La opción más sencilla y segura, sobre todo si no estamos seguros de poder recoger todo el mercurio correctamente de todas las superficies, será avisar a profesionales para que se hagan cargo de él. Así lo ha mostrado recientemente una usuaria en las redes sociales, explicando la situación que había vivido en su casa. 

"No olvidar, teníamos la duda, nos pasó y confirmamos que siempre es mejor que bomberos hagan esta labor", aseguraba. 

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¿Cómo actuar?

En cualquier caso, si el termómetro acaba roto y el mercurio disperso por alguna superficie de nuestra casa, lo primero que deberemos hacer será abrir las ventanas de la habitación para evitar inhalarlo, así como bajar la temperatura de la sala y evitar en todo momento su contacto con otros metales o la piel, por lo que se recomienda utilizar guantes, que no deberemos reutilizar después. 

Es importante que no intentemos barrer o aspirar el mercurio, o podríamos empeorar la situación, ya que las bolitas se romperían en otras más pequeñas, complicando su limpieza, y aumentando su exposición. Lo ideal será recogerlo con un papel, cinta adhesiva o una jeringuilla, e introducirlo en un recipiente, no metálico, para poder deshacernos de él en el punto limpio, indican desde Ecoembes (@ecoembes).

Tampoco deberemos utilizar productos de limpieza, sobre todo si contienen amoníaco, pues podría resultar tóxico. 

Desde la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), recomiendan utilizar termómetros libres de mercurio y recuerdan que "la ropa contaminada también puede expandir el mercurio". Por lo que debemos tener cuidado de que nadie camine por el mercurio, tampoco las mascotas, y evitar lavar la ropa contaminada en la lavadora.  

Si el mercurio se ha derramado sobre una superficie absorbente, la mejor solución será deshacerse de ella, al menos la parte dañada, añaden.