Si hay algo más rico que unas galletas de Navidad, son unas galletas de Navidad de chocolate… ¿quién se puede resistir?. Son sencillas de hacer, riquísimas, y además se pueden empaquetar y usar para hacer un bonito regalo.
Incorpora la harina a un bol, junto con la levadura y el cacao en polvo tamizados, es decir, pasados por colador de trama fina, para dejarla más aireadas. Mezcla los elementos, añade una pizquita de sal y haz una forma de volcán.
Incorpora el huevo en el hueco del volcán, agrega el azúcar glas, la esencia aroma de vainilla, la mantequilla en pomada (es decir, no derretida pero sí blandita para poder trabajar bien con ella) y un poco del chocolate negro, rallado.
Amasa todos los ingredientes con las yemas de los dedos hasta que obtengas una mezcla arenosa.
Extiende la masa sobre un papel de cocina hasta dejar, más o menos, un centímetro de grosor. Cúbrela con film transparente y déjala una horita en la nevera, para que repose y se enfríe bien.
Saca la masa de la nevera y déjala a temperatura ambiente unos cinco minutos antes de continuar.
Retira el plástico film que cubre la masa y con la ayuda de un cortapastas con la forma que prefieras, redondas, estrellitas… o el que prefieras.
Pasa las galletas a una bandeja de horno con papel sulfurizado, y mételo en el horno, que ya debe estar caliente a 180°C. Cocina durante 10 o 12 minutos, o hasta que tus galletas tengan un bonito color tostado.
Saca las galletas del horno y deja que se enfríen sobre una rejilla, para que no condensen humedad y se ablanden.
