Alimentación

Consejos nutricionales si padeces disfagia o dificultad para tragar

Teresa Rey

Foto: Bigstock

Viernes 16 de agosto de 2019

ACTUALIZADO : Martes 3 de diciembre de 2019 a las 9:36 H

3 minutos

En estos casos, hay que seguir varias pautas para no tener problemas a la hora de la comida

Desarrollan una impresora 3D que produce alimentos para pacientes con dificultades para comer
Teresa Rey

Foto: Bigstock

Viernes 16 de agosto de 2019

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La disfagia o dificultad para tragar implica unos requerimientos nutricionales específicos. Este es un trastorno al que hay prestarle atención, sobre todo en el sentido de que, si no se mastica correctamente, el alimento puede derivar a las vías respiratorias. Sin embargo, siguiendo unas pautas a la hora de comer esto no tiene porqué suceder.

Comer lento

Algunas enfermedades como el Azheimer, el Parkinson, los accidentes cerebrovasculares o la Esclerosis Lateral Amiatrófica se relacionan más con la disfagia para líquidos; mientras que en procesos inflamatorios o tumores, esta suele presentarse principalmente con alimentos sólidos.

La idea es poder seguir alimentándose correctamente pese a las dificultades y conseguir mantener todos los requerimientos nutricionales. Para ello, tenemos que comer siempre de forma lenta, con tranquilidad. Cada bocado ha de ser pequeño y hasta que no hayamos terminado de tragar, no debemos pasar a la siguiente porción. 

Es mejor espaciar las comidas en cinco o seis ingestas al día, incluyendo al menos dos litros de líquidos. En el caso de tener la boca seca, la secreción de saliva se puede estimular bebiendo agua fría antes de las comidas y algún alimento o bebida ácida, como el limón o los vegetales en vinagre.

Sopa de pollo

Alimentos sólidos

Con las comidas sólidas podemos adoptar varias medidas. Por ejemplo, antes de proceder a la deglución, podemos triturarla, pero sin añadir líquido ya que este puede mermar las propiedades nutricionales. Se pueden elaborar platos con caldos, cremas o salsas, dando lugar a una consistencia semisólida que facilita la masticación. Otro truco es diluir la carne en leche para ablandarla o emplear nata líquida.

Existen papillas y purés para adultos elaborados específicamente para estos casos y que contienen interesantes características nutricionales. En el caso de hacer preparados con frutas, verduras, legumbres, carne y pescado, deberemos ser cuidadosos para que no contengan espinas, huesos, pepitas, semillas o pieles. Lo recomendable es triturarlos y, después, pasarlos por el pasapuré.

Alimentos líquidos

Si tenemos problemas con los líquidos, deberemos vigilar que no sean muy finos o de baja viscosidad. Para ello, hay unos espesantes especiales en forma de polvo que se pueden comprar en las farmacias. Al usarlos, podemos conseguir distintas texturas como, por ejemplo, néctar, miel o tipo pudin.

Por último, recordar que se debe comer sentado con la espalda recta. Las caderas y las rodillas han de tener un flexión de 90º y los pies deben estar apoyados en el suelo. La cabeza y la espalda tienen que estar en la misma línea y al tragar hay que intentar acercar la barbilla al pecho y mirar hacia abajo.

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Teresa Rey

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