Salud

Cómo la vida digital está moldeando nuestros sentidos

Miriam Gómez Sanz

Lunes 15 de diciembre de 2025

3 minutos

La experta Emilia Redolar explica qué hábitos fortalecen o debilitan la atención y la memoria

Cómo la vida digital está moldeando nuestros sentidos. Fuente: freepik.
Miriam Gómez Sanz

Lunes 15 de diciembre de 2025

3 minutos

En un mundo en el que a veces parece que miramos más pantallas que calles, en el que el GPS nos guía a todas partes y pasamos mucho tiempo con auriculares puestos, nuestros sentidos no funcionan exactamente igual que hace solo unas décadas. Y no porque estén "empeorando", sino porque el cerebro se adapta de forma continua a lo que usamos y a lo que dejamos de usar.

Vivimos rodeados de estímulos rápidos: notificaciones, vídeos cortos, mensajes que aparecen y desaparecen. Así lo explica Emilia Redolar, neurocientífica y profesora de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC): "Recibimos ráfagas muy rápidas de información con poco contenido y a la red atencional le cuesta mantener la concentración".

La buena noticia es que la lectura —ya sea en papel o en digital, siempre sin interrupciones— actúa como un bálsamo para el cerebro: "Tiene efectos beneficiosos sobre la atención y otras funciones cognitivas", destaca.

El uso de auriculares impacta en el sistema auditivo. Fuente: Europa Press.
El uso de auriculares impacta en el sistema auditivo. Fuente: Europa Press.

¿En qué estado están hoy nuestros sentidos?

Para Redolar, más que hablar de sentidos en retroceso en términos poblacionales, conviene analizar qué redes cerebrales usamos y qué hábitos las entrenan o las atrofian funcionalmente. En cognición, el ejemplo es claro: "Con la vida digital solemos infrautilizar el hipocampo, clave para la memoria espacial y la orientación, porque delegamos en el GPS".

En efecto, un artículo científico publicado en la revista Nature asocia el uso habitual de la navegación asistida con un peor rendimiento en tareas de memoria espacial que dependen del hipocampo. En palabras de la neurocientífica: "Se está comprobando que somos menos capaces de orientarnos en un entorno".

El uso constante de GPS empeora nuestra capacidad de orientación. Fuente: Europa Press.
El uso constante de GPS empeora nuestra capacidad de orientación. Fuente: Europa Press.

 

Respecto a la audición, los auriculares ejercen una presión continuada. "Hay más ruido urbano y más audio en los oídos. Esa contaminación acústica y el uso de auriculares impactan en el sistema auditivo", resume.

En cuanto a la vista, el efecto más inmediato ocurre en los propios ojos: la exposición continua a pantallas modifica la acomodación retiniana, condicionando la entrada sensorial y, por extensión, el trabajo que realiza el cerebro.

En clave evolutiva, nuestra vida moderna prioriza la visión y la audición porque las necesitamos para casi todo. Por el contrario, los sentidos químicos —olfato y gusto— quedan relegados, aunque no por deterioro, sino por falta de uso.

Redolar lo explica así: estos sentidos "reciben menos importancia para interactuar con nuestro entorno actual y, en ocasiones, los saturamos". 

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Miriam Gómez Sanz

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