Que la calidad del sueño y la cantidad de horas dormidas van descendiendo con los años es un hecho que todo el mundo suele experimentar. Como apuntan desde el Instituto del Sueño, este deterioro se debe a factores como cambios fisiológicos propios del envejecimiento, patología propia del sueño más frecuente en estas edades (insomnio, síndrome de apnea-hipopnea del sueño, movimientos periódicos de las piernas…), otras situaciones frecuentemente asociadas con la edad (enfermedades médicas, condiciones psicosociales, hábitos de sueño, tratamientos concomitantes…) o alteraciones del ritmo circadiano.
Sin embargo, con la aparición de los dispositivos tecnológicos portátiles como teléfonos móviles o tablets se suma un nuevo factor que interfiere en la calidad del sueño.
El fabricante de smartphones OnePlus (@OnePlus_ES) ha realizado un estudio en Europa sobre el uso de los teléfonos móviles y ha llegado a la conclusión de que un 28% de los adultos ha sufrido insomnio por utilizar estos dispositivos en la cama. Y aunque afecta sobre todo a los más jóvenes, ya que son los que utilizan estas tecnologías en las últimas horas del día, los mayores de 55 también se ven afectados. Eso sí, el porcentaje cae según se van cumpliendo años.
Este mismo estudio apunta que solo el 15% de los encuestados activa regularmente un modo de pantalla para restringir la luz azul de su dispositivo móvil, mientras que el 31% nunca lo ha hecho. “Si bien estos resultados no son de extrañar, es revelador saber que estar con el smartphone en la cama causa insomnio para muchos. Sabemos que la luz azul inhibe el sueño porque la longitud de onda corta estimula los sensores en los ojos y envía señales al reloj interno de nuestro cerebro, engañándolo para que piense que es de día. La luz azul es beneficiosa durante las horas del día, ya que aumenta el estado de ánimo, los tiempos de reacción y la concentración, pero por la noche, la recomendación sería evitar usar pantallas electrónicas una hora antes de acostarse para ayudar a aumentar los niveles de melatonina”, comenta Lisa Artis, directora de The Sleep Council (@TheSleepCouncil ), una organización británica independiente centrada en concienciar sobre la importancia del sueño en el bienestar.
Y añade como recomendación lo siguiente: “Para aquellos que no puedan evitar usar dispositivos electrónicos antes de dormir, es importante buscar tecnología adaptada en este sentido y que ayude a restringir la luz azul, además de incluir en su rutina hábitos saludables como mantener horas regulares (acostarse y levantarse en el mismo horario la mayoría de los días), asegurarse de que el ambiente de la habitación sea ideal para dormir (ventilada, tranquila, oscura y sin desorden) y encontrar una rutina de relajación".
Por lo tanto, el uso de pantallas que no sean adecuadas para defender nuestro descanso debería eliminarse de nuestras rutinas. Es más, lo más recomendable es que en los momentos antes de irnos a la cama, cualquier pantalla la tengamos apagada. Y es que, aunque este sea un hábito que suelen tener los más jóvenes, el uso de la tecnología se ha ido extendiendo y cada vez más personas mayores “se enganchan” a pasar tiempo frente a sus teléfonos, ya sea consultando redes sociales o comunicándose con otras personas.
En el Observatorio Global del Sueño se centran en la relación entre el uso de los smartphones justo antes de dormir y la privación del sueño apuntando estudios de la National Sleep Foundation y la Universidad de California, ambas en Estados unidos. Y llegan a la conclusión de que “pasarse mucho tiempo delante de la pantalla de un móvil está directamente relacionado con un sueño más corto y de menor calidad, menos eficaz y reparador y, en resumen, genera muchos problemas para conciliar el sueño”.
En cuanto a los motivos que esgrimen para tal afirmación, encontramos los siguientes: