Con el paso de los años es normal que nuestro cuerpo pueda sentir una sensación de frío mayor de la normal. El envejecimiento de nuestro cuerpo experimenta ciertos cambios que dificultan nuestra capacidad para poder adaptarnos a las temperaturas ambientales, por más de que estas no sean extremas.
Tal y como explica la especialista de Quirónsalud, "en realidad, la temperatura del cuerpo no cambia a causa del envejecimiento; lo que sí se detecta es un deterioro para regularla y también para adaptarnos a las diferentes temperaturas ambientales".
"Este deterioro se relaciona con otros aspectos propiciados por el envejecimiento, como la pérdida de grasa subcutánea, la mayor fragilidad capilar y la menor capacidad de transpiración", apunta.
"Por todo ello, los adultos mayores sienten más frío, incluso cuando la temperatura es suave. Además, perciben de forma menos intensa el sobrecalentamiento, por lo que es posible que no desarrollen fiebre en caso de sufrir una infección", aclara.
Riesgos del frío en mayores
Cuando hace frío, nuestro organismo actúa perdiendo calor. De esta manera se contraen los vasos sanguíneos cutáneos con el fin de intentar conservar la temperatura corporal. "En ciertas personas mayores, esto puede causar aumentos de tensión arterial", destaca la doctora Fernández Letamendi.
Igualmente, en estas situaciones "hay que prestar especial atención a personas con párkinson, demencia, ictus u otras enfermedades que afectan a la movilidad, ya que pueden tener más dificultades para abrigarse adecuadamente y, si no lo hacen, podría suponer un mayor riesgo de hipotermia y perder el calor de forma más rápida".
Señales de hipotermia en mayores
Se observan los siguientes indicios:
Que sienten somnolencia
Que presentan confusión
Que tienen el pulso débil
Que se mueven con más dificultad
Cuando observamos estas señales de alerta en esta situación de bajas temperaturas, lo más adecuado es abrigarlos y consultar con el servicio de Urgencias.
Qué pasa cuando una persona mayor siente demasiado frío
En ocasiones, esta sensación de frío "puede ser indicio de ciertas enfermedades", por lo que "se recomienda observar otros posibles síntomas secundarios", señala la doctora.
Entre estas enfermedades que pueden causar sensación de frío destacan:
Trastorno de tiroides. El hecho de sentir mucho frío puede estar originado por un trastorno tiroideo. Además, puede asociarse a un deterioro cognitivo, mayor enlentecimiento, estreñimiento o incremento de peso sin razón.
Diabetes sin detectar. La excesiva sensación de frío en adultos mayores puede relacionarse con esta enfermedad. En esta situación también pueden manifestar sed, más ganas de orinar y pérdida de peso sin razón.
Por lo tanto, "cuando un adulto más mayor siente mucho frío, excesivo con respecto a la temperatura ambiente, se aconseja consultar al especialista con el objetivo de descartar otra posible enfermedad", destaca Fernández Letamendi.
Sobre el autor:
Stefano Traverso
Stefano Traverso es licenciado en Ciencias de la Comunicación en la USMP de Perú; con un máster en Marketing Digital & E-commerce en EAE Business School de Barcelona. Ha trabajado en diferentes medios de comunicación en Perú, especializándose en deporte, cultura y turismo.