Miriam Gómez Sanz
Salud
Pastas dentales blanqueantes: ¿realmente funcionan?
Lo esencial para prevenir caries y mantener el esmalte fuerte es usar flúor a diario

El mercado ofrece una enorme variedad de dentífricos, desde los que prometen blanquear los dientes hasta los que aseguran un mayor cuidado de las encías o la placa dental. Pero, ¿hasta qué punto cumplen lo que anuncian?
En el caso de las pastas blanqueadoras, que suelen presentarse como la vía rápida hacia una sonrisa más blanca, la realidad es que su efecto es limitado. Así lo recuerda la periodoncista Olalla Argibay, vocal de la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA), quien explica que la normativa europea restringe la cantidad de peróxido de hidrógeno —el agente blanqueante más eficaz— a un 0,1 %, "una concentración baja que apenas produce efecto real de blanqueamiento". El objetivo simplemente es eliminar algunas manchas superficiales.
Ante este panorama, los especialistas insisten en que la base de una buena salud bucal sigue siendo el uso de flúor, una técnica de cepillado adecuada y las revisiones periódicas con el dentista.
Las pastas específicas
Más allá de las blanqueadoras, el mercado también ofrece dentífricos destinados a problemas concretos: sensibilidad, encías que sangran, halitosis o control del sarro. Según Argibay, estos productos son útiles cuando existe un síntoma particular, aunque matiza que "no son imprescindibles si tu salud bucal general es buena". En sus palabras, "una higiene interdental adecuada, una técnica de cepillado correcta, y una pasta con flúor apropiada suelen ser suficientes".
La portavoz de la SEPA añade, no obstante, que cuando se utilizan de forma adecuada estas pastas especiales sí pueden aportar beneficios y complementar la rutina diaria de higiene. Eso sí, recalca que "no reemplazan las visitas periódicas al odontólogo". Y advierte: "El control profesional permite determinar si, además de un dentífrico específico, es necesario algún tratamiento clínico. Un diagnóstico temprano y la prevención son clave para evitar problemas futuros".

Ingredientes y eficacia
Sobre su composición, las fórmulas se ajustan en función de la necesidad a la que están dirigidas. Por ejemplo, las pastas para la sensibilidad suelen contener más nitrato de potasio o arginina, mientras que las blanqueadoras incorporan abrasivos suaves y dosis bajas de peróxido. Las que combaten el mal aliento incluyen zinc o cloruro de cetilpiridinio, y las antisarro, compuestos como pirofosfatos o citrato de zinc, siempre dentro de niveles regulados y seguros.
¿Y qué ingredientes conviene priorizar en cualquier pasta dental? Argibay destaca dos como imprescindibles: el flúor, fundamental para prevenir caries y fortalecer el esmalte, y los abrasivos suaves como el sílice, que ayudan a eliminar la placa y las manchas.
Además, menciona el papel de los detergentes ligeros que facilitan la formación de espuma, junto con humectantes y espesantes que mejoran la textura. "Algunas pastas dentífricas incorporan humectantes y espesantes para mantener la textura, junto con aromatizantes y edulcorantes no cariogénicos –como menta o xilitol– para mejorar el sabor y el aliento. Estos componentes básicos garantizan la limpieza, la protección, y una sensación fresca en la boca", explica la especialista.
El papel clave del flúor
Entre todos los ingredientes, el flúor ocupa un lugar central. Este mineral, asegura la periodoncista, fortalece el esmalte, favorece la remineralización de zonas debilitadas y frena la proliferación de bacterias que producen ácidos responsables de las caries.
La recomendación para adultos es clara: un uso diario de pastas con concentraciones de entre 1.000 y 1.500 ppm. En el caso de los niños mayores, este componente ofrece una triple protección: química, al reforzar el esmalte; mecánica, al potenciar la acción del cepillado; y microbiológica, al limitar la actividad de bacterias dañinas.