Por qué aparecen placas amarillas en los párpados

Xantelasmas. Este es el nombre de las placas que aparecen en los párpados. Aunque pueda parecer alarmante no es una cuestión para ponerse en el peor de los casos. Como todo signo visible que aparece en nuestro cuerpo hay una causa que lo explique, y con ello un tratamiento si lo queremos eliminar.

Los xantelasmas son unas placas abultadas de color amarillo o anaranjado por el acumulamiento de grasa que aparecen en los párpados o zonas cercanas. Su tamaño es minúsculo, aunque también pueden crecer de manera importante en poco tiempo.

 

Aunque son indicativos de un trastorno interno, también se debe a una simple cuestión mecánica. Cuando parpadeamos de forma frecuente, hay un incremento de la presión de las pequeñas venas que circulan por los párpados. Este movimiento ocasiona que los lípidos, o la grasa cercana a esa zona se vaya desplazando poco a poco y acaben concentrándose en la zona que rodea a los párpados.

Si en cambio los xantelasmas responden a una cuestión interna, necesitaremos de una opinión experta. El médico podrá sospechar de varias causas como:

• Hipotiroidismo
• Problemas renales
• Diabetes u obesidad
• Colesterol elevado o dislipemia
• Problemas hepáticos

Lo primero que hará el profesional sanitario será una analítica de sangre, un punto de partida a partir del cual realizará otras pruebas más específicas. De esta forma se irán descartando diferentes causas.

Una vez establecida se procederá a solucionar el problema que provoca los xantelasmas. Entre los tratamientos más extendidos están:

Reducción de lípidos: Si es la primera vez que tenemos estos bultos, normalizando los niveles de colesterol y triglicéridos nos despediremos de ellos. Con cambios en nuestra dieta lo conseguiremos.

Láser: Este tratamiento se suele aplicar en el párpado superior, pero no en el inferior por el riesgo de complicaciones

Criocirugía: Es una cirugía leve en la que se usa nitrógeno líquido, a una temperatura inferior a cero grados, sobre las lesiones.

Ácidos: También muy extendidos a pesar de sonar peligroso. Los más utilizados son los ácidos tricloroacéticos. 

Estos tratamientos solamente deben ser utilizados en manos de profesionales, ya que mediante un examen previo verán cuál de ellos es el adecuado.