Salud

Un hospital trata a pacientes del síndrome del ojo seco con un colirio hecho con su propia sangre

65ymás

Miércoles 3 de julio de 2019

ACTUALIZADO : Miércoles 3 de julio de 2019 a las 11:18 H

2 minutos

Iniciativa del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín

Un hospital trata a pacientes de síndrome del ojo seco con un colirio hecho con su propia sangre
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Miércoles 3 de julio de 2019

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El Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín, centro adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, a través de sus servicios de Hematología, concretamente del Banco de Sangre, y Farmacia, han realizado colirios para tratar el síndrome del ojo seco con la sangre del propio paciente.

Este procedimiento, además, ha sido premiado dentro del último Congreso de la Asociación de Enfermería Oftalmológica Canaria, celebrado este 21 y 22 de junio en Tenerife.

Los colirios con sangre del paciente ha sido producidos por el Negrín desde el año 2007, superando las 3.000 unidades. Carlos Domínguez Juan, junto a Noelia Santana Quintana, Sonia González Martínez y Jenifer Cazorla Herrera, han sido los autores de este trabajo.

Los especialistas apuntan a que este suero tiene un componente muy parecido a la "lágrima natural", por este motivo, los resultados que se obtienen al aplicar este colirio son "óptimos", ha relatado la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias a través de un comunicado.

"De esta forma, se puede reparar la superficie ocular dañada por una patología concreta, disminuir la inflamación y el dolor y favorecer una mejor lubricación ocular, además de proteger al ojo de infecciones", continúan.

Aunque este colirio se utiliza de manera frecuente en el área de Oftalmología, también pacientes con problemas relacionados con reumatología e, incluso, pacientes trasplantados de médula ósea, pueden verse afectados por el síndrome del ojo seco y, por lo tanto, ser susceptibles de ser tratados con este colirio especial.

El ojo seco tiene mayor prevalencia en personas de edad avanzada, sobre todo mujeres postmenopáusicas, personas que utilizan a diario lentes de contacto o que pasan muchas horas frente a pantallas. También en personas que viven en climas secos, que están expuestas a calefacciones y a una gran polución, y los pacientes que toman determinados fármacos.

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