Realizar actividades que nos ayudan a mantener a nuestro cerebro activo es beneficioso para nuestra salud, independientemente de la edad que tengamos. En el caso de tener una enfermedad neurodegenerativa, este tipo de ejercicios también pueden ser muy beneficiosas, tal y como nos asegura a 65YMÁS, Glòria Mas, neuropsicóloga y gestora de proyectos de la Fundación Pasqual Maragall: "En el caso de las personas con alzhéimer o demencia, lo reciben muy bien siempre que seamos capaces de encontrar actividades que sean de su agrado, se adapten a sus intereses, que estén presentadas de una forma estimulante, con objetivos alcanzables, y que les sirva para mantenerse activos y estimulados".
Para que estas actividades sean realmente beneficiosas para los pacientes, Mas nos explica que la clave está en "entender, por un lado, cuáles son las capacidades de la persona a la que van dirigidas las actividades y a qué ha afectado el deterioro cognitivo (al lenguaje, a la memoria, a la atención, orientación…). Y, por otro lado, los gustos, intereses, las cosas significativas para la persona con la que vamos a realizar esas actividades. Es más probable que si tenemos todo esto en cuenta, las actividades serán estimulantes y significativas".
Además de lo expuesto, la neuropsicóloga nos explica que también tienen muy presente las actividades que pueden realizar en sus casas: "En el día a día tenemos la oportunidad de realizar actividades que ayuden a ralentizar el deterioro cognitivo, mantener la autonomía en actividades cotidianas durante más tiempo, retrasando la dependencia, mejorando el estado de ánimo", asegura.
Y añade: "Si sumamos esto, con los efectos farmacológicos nos dirigimos a preservar mejor la calidad de vida de la persona con demencia y de sus cuidadores".
Pero como se decía al comienzo, "todas las actividades que nos mantengan estimulados son beneficiosas para nuestro cerebro". Es decir, que independientemente de tener o no un diagnóstico de demencia, es necesario mantenerse activo. Lo único que diferencia los ejercicios específicos para personas con demencia es la técnica que se utiliza, nos explica Mas: "Las capacidades de base preservadas serán diferentes, lo que hará que la técnica también lo sea. Estar estimulado cognitivamente es positivo para todo el mundo, pero cuando haya deterioro, pues habrá que hacer actividades más centradas en esto", matiza.
'Aprende a cuidar y a cuidarte'
Desde la Fundación Pasqual Maragall han puesto a disposición de los cuidadores no profesionales el programa Aprende a cuidar y a cuidarte, "un programa grupal de acompañamiento de apoyo emocional para las personas que cuidan", explica Mas.
El programa comenzó hace tres años y se realiza de manera online con ayuda de un psicólogo. El objetivo es "dar visibilidad a cuidadores de alzhéimer para prevenir el deterioro emocional y anímico" de las personas que cuidan.
A lo largo de 8 sesiones de una hora que se llevan a cabo el mismo día de la semana y en el mismo horario, los participantes "trabajan contenidos y se centran en encontrar soluciones prácticas a los problemas del día a día", añade la experta.
"Al ser online, facilita la participación de cualquier persona donde sea que esté. Solo se necesita internet, y un dispositivo con cámara. Intentamos acompañar al máximo a los participantes para que se familiaricen con esta situación", asegura.
Con este programa, la Fundación quiere familiarizar a las personas que se encuentren en esta situación porque "cuando aparece la demencia aparece de forma casi inmediata el rol de la persona que cuida".