Centennial Light: el misterio de la bombilla que lleva encendida desde 1901

Centennial Light es la bombilla en funcionamiento más duradera, según el Libro Guinness de los Records Mundiales. Brilla desde 1901, en la estación del Departamento de Bomberos en Livermore, California, a seis metros de altura del techo, y se calcula que hasta ahora ha permanecido brillando (salvo cuatro momentos puntuales debido a traslados o reformas) más de un millón de horas. 

Es tal la fama que ha alcanzado, que en la actualidad atrae cientos de turistas cada año. Sin embargo, pasó desapercibida hasta 1972, cuando un periodista local, Mike Dunstan, se interesó por ella, según indica As. Investigando en los archivos y a través de varias entrevistas (los bomberos le aseguraban que nunca se apagaba, algo normal en los parques de bomberos, donde siempre necesitan luz, y que había estado en el parque desde que tenían memoria), Dunstan averiguró que la bombilla llevaba encendida desde 1901. 

El fabricante de esta "Bombilla Centenaria" (regalo de un empresario de la ciudad, Dennis F. Bernal, a la Estación de Bomberos) es Shelby Electric Company, donde un ingeniero francés, Adolphe Alexandre Chaillet, había entrado a trabajar en 1896. El propósito de Chaillet era mejorar la eficiencia y la vida útil de las bombillas incandescentes, y aunque la idea no convencía a las empresas, que preferían fabricar bombilas con fecha de caducidad cercanas, la Centennial Light lleva brillando durante más de 100 años.

La bombilla cuenta hasta con una página web que la graba las veinticuatro horas del día en directo, para que quien quiera pueda seguir la monitorización de uno de los grandes orgullos de la ciudad. 

¿Por qué no se apaga?

Las teorías de por qué la bombilla fabricada por Chaillet lleva encendida desde tanto tiempo han sido muchas: algunos piensan que se trata de su filamento que sería el resultado de un proceso único y secreto; otros creen que se debe al hecho de que la bombilla se ha apagado y encendido muy pocas veces, por lo que se ha producido una combustión mucho más lenta que ha impedido que se fundiera; o que la clave está en su fabricación a mano, lo que permitió elaborarla con mucho más cuidado. 

Aunque la durabilidad de esta bombilla es envidiable, supone un inconveniente comercial, pero demuestra lo que las personas somos capaces de hacer si nos lo proponemos, y si nos lo permiten.